Palomas espía como drones | Alejandro Gamero

Paloma con cámara en miniatura alemana, probablemente durante la Primera Guerra Mundial

Los orígenes de la fotografía aérea se remontan a 1858, cuando el aeronáutico Nadar tomó las primeras fotografías aéreas. A medida que las técnicas fotográficas avanzaron, algunos pioneros comenzaron a colocar cámaras en objetos voladores no tripulados. En la década de 1880, por ejemplo, Arthur Batut experimentó la fotografía aérea con cometas. Era inevitable que al final se pensara para este cometido en las palomas mensajeras, que se venían usando con bastante frecuencia a lo largo del siglo XIX y principios del XX, tanto para la correspondencia civil como para el ejército (como ocurre durante la Guerra Franco-Prusiana).

La fotografía con palomas es una técnica de fotografía aérea inventada en 1907 por el farmacéutico alemán Julius Neubronner, que también utilizaba a estos animales para recibir recetas y entregar medicamentos desde 1903. Para conseguirlo, se le colocaba a una paloma mensajera un arnés de aluminio en el pecho, en el que se colocaba una cámara en miniatura con temporizador. Aunque inicialmente la patente fue rechazada, se concedió en diciembre de 1908, después de presentar fotografías tomadas por palomas. Neubronner dio a conocer la técnica en la Exposición Internacional de Fotografía de Dresde en 1909 y vendió algunas imágenes como postales en la Exposición Internacional de Aviación de Frankfurt entre 1910 y 1911.

Julio Neubronner en 1914

La construcción de cámaras lo suficientemente pequeñas y ligeras con un mecanismo temporizador, y el entrenamiento y manejo de las aves para transportar las cargas necesarias, así como el control limitado sobre la posición, orientación y velocidad de las palomas al tomar las fotografías, representaron un enorme desafío. A esto había que sumar la dificultad de lograr que las palomas se orientaran con un palomar móvil, ya que en cuanto se movía un palomar las aveas tardaban alggún tiempo en volver a orientarse. A pesar de ello, desde el primer momento se pensó en el gran potencial militar de la fotografía con palomas para el reconocimiento aéreo. Las pruebas en el campo de batalla durante la Primera Guerra Mundial arrojaron resultados alentadores. Sin embargo, debido al rápido desarrollo de la aviación durante la guerra, el interés militar en la fotografía con palomas disminuyó y Neubronner abandonó sus experimentos.

La idea se retomó en la década de 1930. En la Segunda Guerra Mundial, según parece, los ejércitos alemán y francés entrenaban palomas para hacer fotografías áreas y habían desarrollado cámaras para este fin, pero no está del todo claro en qué medida se llegó a llevar a cabo. En 1942, por ejemplo, el ejército soviético descubrió camiones alemanes abandonados con cámaras para palomas que podían tomar fotografías en intervalos de cinco minutos, así como perros entrenados para transportar palomas en jaulas. En esas mismas fechas el relojero Christian Adrian Michel adaptó y mejoró la cámara panorámica de Neubronner y trató de vendérsela al ejército suizo pero fracasó al no encontrar a un fabricante que la produjera en cantidad (solo se construyeron cien cámaras).

Posteriormente encontramos usos esporádicos de las palomas como fotógrafas aéreas. En la década de 1960, la CIA desarrolló una cámara para palomas cuyos detalles siguen clasificados y de la que se sabe que fue usada en la década siguiente sin mucho éxito. El uso de este tipo de dispositivos llega hasta nuestros días: en la década del 2000, el artista Amos Latteier experimentó con la fotografía de palomas utilizando cámaras digitales y también encontramos su uso adaptado para otras aves otras aves como águilas, halcones y azores en algún programa de televisión.

Fotografías aéreas y palomas equipadas con cámaras