Eliminaría la maldad | Noelia Carnales

Soy Noelia Carnales, piloto y pastelera. Empecé mi carrera en la Fuerza Aérea a los 17 años y me gradué como Aviadora y Licenciada en Defensa Militar Aeroespacial. Actualmente estoy retirada de la Fuerza Aérea y soy instructora en una Escuela de Vuelo en Carrasco. Hace unos años empecé a realizar tortas para reuniones familiares y se convirtió en una gran aventura. En 2022, me coroné como ganadora del certamen “Bake Off Uruguay”, lo que impulsó mi carrera en la repostería profesional. Estudié en el Instituto Crandon Gastronómico y también me capacité en el área de decoración de pasteles. Tengo un Estudio en el Centro de Montevideo dónde doy clases de pastelería para niños y adultos. En Rigel Cake Studio también grabo mis recetas para publicar en redes sociales y elaboro pasteles 3D con estructura y pasteles para eventos especiales como bodas y 15 años. Semanalmente me pueden ver en el programa “Vamo Arriba” por la pantalla del Canal 4. Todavía tengo varios proyectos por delante que espero se puedan concretar pronto.

Un sabor de la infancia
Frutillas con crema, era el postre de Navidad.

Una manía confesable
Dejar el final del café o del té.

    Un amuleto
    Un dije con forma de corazón que me recuerda a mi padre.

      El último libro que leí
      “Como hacer que te pasen cosas buenas” de Marian Rojas Estapé.

        Una película que me marcó
        Forrest Gump.

          Algo que evito
          El conflicto y personas negativas.

            Si pudiera volver a empezar sería
            Aprendí mucho de lo que he hecho hasta ahora, con aciertos y errores, quizás no estaría donde estoy hoy si las cosas hubieran sido diferentes. Creo que con las circunstancias que me tocaron hice lo mejor que pude. De cierta manera volví a empezar ahora en otro rubro (pastelería) que me apasiona.

              Un lugar para vivir
              Cualquiera donde esté mi familia

                Un lugar para volver
                La Toscana

                  Una materia pendiente
                  Abrir una planta de elaboración gastronómica

                    Un acontecimiento que cambió mi vida
                    A mis 11 años, diagnosticaron con tumor cerebral a mi padre y al año siguiente con cáncer de mama a mi madre. Eso fue un antes y un después, que marcó nuestro futuro.

                      El escritor definitivo
                      Antonie de Saint-Exupéry, porque además de ser escritor era piloto y por su obra magistral “El Principito”, de esos libros que acabo releyendo cada cierto tiempo. Me encanta su sencillez y a su vez su desafío para pensar más allá, además de ser atemporal y para todas las edades.

                        Algo que jamás usaría
                        Vestimenta estilo punk

                          La última vez que pensé “tierra, trágame”
                          Hace años, me caí en la inauguración de Museo Aeronáutico, de uniforme y adelante de mucha gente. Me levanté rapidísimo jajaja

                            El lugar más feo del mundo
                            He realizado guardia perimetral de cárcel y en mi experiencia ese sería el lugar feo.

                            Una rutina placentera
                            Mirar alguna serie en el sillón tomando una copa de vino. A veces por falta de tiempo no se convierte en rutina pero es placentero jaja

                              Me aburre
                              El fútbol. Sólo miro partidos puntuales cuando juega Uruguay.

                                Una extravagancia gastronómica que frecuento
                                En estos tiempos ya no es tan extravagante, pero con mi hija nos gusta comer sushi.

                                  Una canción que aún me conmueve
                                  “No me queda más tiempo” de Rubén Rada

                                    Un restaurante que nunca falla
                                    Francis, aunque hace tiempo no voy.

                                      Algo que cambiaría si pudiera
                                      Eliminaría la maldad. Elegiría la posibilidad de generar conciencia sobre la importancia de tener una infancia basada en vínculos amorosos y respetuosos. Aunque a veces esto sea difícil en la realidad por inconvenientes socioculturales o situaciones inesperadas. Pero creo que las relaciones basadas en el amor son las únicas que posibilitan el crecimiento sano y el desarrollo integral de una persona.

                                        El valor humano que más admiro
                                        La empatía y el respeto.

                                        Una última palabra
                                        Muchas gracias por dejarme ser parte de tu espacio. Felicitaciones por tu carrera y por este sitio!