Daniel Ayala, nacido en Montevideo, floridense por adopción hace más de 30 años. Doctor en Medicina especialista en Anatomía Patológica , exdirector de Cultura de la Intendencia de Florida y ex coordinador de Centros MEC Florida, fanático del futbol, hincha de Huracán Buceo y de la celeste y admirador del Maestro Tabarez. Fue Presidente de FEMI Su pasión La Radio, el más maravilloso medio de comunicación, desde 1989 conduce Radioactividades en Radio Uruguay, habiendo tenido su pasaje por M24 y CW 33 La Nueva Radio Florida .
Un sabor de infancia
Los canelones y la torta de manzana de mi vieja
Una manía confesable
Escuchar la radio todo el tiempo y los fines de semana ir a la cancha a ver a Huracán Buceo
Un amuleto
La misma bandera de Uruguay que me acompaña a todos los mundiales y partidos de Uruguay desde el inicio del proceso Tabarez
El último libro que leí
Nosotros los vencidos de Fernando Butazzoni
Una película que me marcó
La noche de los lápices y Lista de Schindler
Algo que evito
Con los años las discusiones estériles
Si volviera a nacer sería
Lo que soy
Un lugar para vivir
Mi País, Florida
Un lugar para volver
Mi barrio Buceo y La Paloma
Una materia pendiente
Viajar más
Un acontecimiento que me marcó
El nacimiento de mis hijos Matías y Nicolás
Un escritor definitivo
Tres y uruguayos , Benedetti, Galeano y Onetti
Algo que jamás usaría
Un arma de fuego
La ultima vez que dije «tierra tragame»
En un acto político de cierre de campaña en Florida , cantar a dúo con Alejandro Balbis… no es lo mío
El lugar más feo del mundo
Ya lo encontraré… o no
Una rutina placentera
Escuchar radio y pasear con mi perra Gloria
Me aburre
Los domingos sin futbol
Una extravagancia gastronómica que frecuente
Me pregunto… ¿existen…?
Una canción que aún me conmueve
El País de las Maravillas de Canciones para no Dormir la Siesta y Chiquillada del Sabalero
Un restaurante que nunca falla
Lo de Silverio
Algo que cambiaría si pudiera
El mundo, …. Duele la injusticia y la desigualdad
El valor humano que más admiro
Solidaridad y fraternidad
Una última palabra
Dos … feliz vida