Cambiaría mi improductiva seriedad | Guillermo Mac Kay

Guillermo Mac Kay (Argentina, 1974) arquitecto y escritor. Acaba de recibir el premio de la primera edición del Concurso Internacional de Cuentos de la Fundación Mario Benedetti por su libro inédito Cenizas en el viento. En 2020, el autor había obtenido la segunda mención en el XIV Concurso Literario Nacional de Cuento y Poesía Adolfo Bioy Casares (organizado por la Municipalidad de Las Flores) y el segundo premio del Concurso de Cuento de Fundación La Balandra. En 2018, resultó ganador el primer premio del XII Premio Municipal de Literatura Manuel Mujica Lainez (de la Municipalidad de San Isidro); en 2017, recibió una mención del XVI Premio Iberoamericano Julio Cortázar, del Instituto Cubano del Libro; en 2016, ganó el segundo premio del XVI Concurso Nacional de Cuento Corto Babel y, en 2004, el primer premio del Concurso Ciudad de Arena, de cuento fantástico, lanzado por Página 12. Vive en Puerto Madryn.

Un sabor de infancia
El sabor de los nísperos, en las siestas interminables, trepado al propio árbol.

Una manía confesable
La rutina exacta al levantarme, cada mañana.

Un amuleto
Un billete de diez dólares, viejísimo, con el que viajo a todos lados . 

El último libro que leí
Antártida, de Claire Keegan.

Una película que me marcó
El arca rusa. De Alexander Sokúrov.

Algo que evito
Acostarme con problemas pendientes.

Si volviera a empezar sería
Pintor.

Un lugar para vivir
La Patagonia.

Un lugar para volver
Roma.

Una materia pendiente
Estudiar inglés.

Un acontecimiento que me cambió la vida
Mudarme de la gran ciudad a la Patagonia.

Un escritor definitivo
Borges.

Algo que jamás usaría
Un pullover amarillo.

La última vez que dije «tierra trágame»
Cuando tuve que hablar delante de mucha gente.

El lugar más feo del mundo
Cualquier terminal de ómnibus. 

Una rutina placentera
La cerveza de los viernes a la noche con mi mujer.

Me aburre
Explicar.

Una extravagancia gastronómica que frecuento
El sandwich de huevo con té.

Una canción que aún me conmueve
Todas las hojas son del viento. De Spinetta.

Un restaurante que nunca falla
El Mercado San Miguel, de Madrid.

Algo que cambiaría si pudiera
Mi improductiva seriedad. 

El valor humano que más admiro
La generosidad.

Una última palabra
Dos palabras: sean felices.