Te he contado demasiado de mi | Álvaro Vargas Llosa

Álvaro Vargas Llosa (Lima, 1966) ensayista, periodista y conferencista hispanoperuano. Especializado en temas de política internacional y economía política. Es primogénito del nobel de literatura Mario Vargas Llosa y de Patricia Llosa. Ha ejercido el periodismo escrito, televisivo y radiofónico, desde los quince años, en su país y otros lugares de América Latina, y posteriormente en Estados Unidos y Europa. Ha sido corresponsal televisivo en diversos medios del mundo hispanohablante y enviado en Londres del diario ABC, de Madrid. También ha dirigido las páginas editoriales del Nuevo Herald, de Miami.

Un sabor de infancia
El del helado “sándwich de chocolate” en la playa La Herradura de Lima.

Una manía confesable
Jugar con una liguita entre el índice y el pulgar de la mano derecha mientras trabajo.

Un amuleto
Una foto de mis hijos de cuando eran muy pequeños en la billetera.

El último libro que leí
“Pietr le letton”, la primera novela policial que escribió Simenon.

Una película que me marcó
Casablanca

Algo que evito
Las películas de ciencia ficción.

Si volviera a empezar sería
Gestor de un pequeño fondo de inversión en el que invirtieran no más de diez o doce parientes y amigos.

Un lugar para vivir
El lago Lemán, en algún punto entre Ginebra y Lausanne.

Un lugar para volver
El desierto de AlUla en Arabia Saudí.

Una materia pendiente
Cruzar Siberia en el Transiberiano.

Un acontecimiento que me marcó
Escaparme de Princeton a los 17 años.

Un escritor definitivo
En el arte, nada es definitivo.

Algo que jamás usaría
Cuello de cisne de lana.

La última vez que pensé «tierra tragame»
Cuando alguien a quien aprecio me pilló una mentira piadosa dicha para evitarle una incomodidad y resultó que desperté en esa persona sospechas injustificadas.

El lugar más feo del mundo
El primer apartamento que compré, siendo muy jovencito (en Lima).

Una rutina placentera
Escuchar música clásica desayunando.

Me aburre
Los ejercicios de estiramiento antes de hacer footing.

Una extravagancia gastronómica que frecuento
Nada que se frecuenta puede ya ser considerado una extravagancia.

Una canción que aún me conmueve
“¿Porque te vas?” (y no “¿Por qué te vas?”) de Jeanette.

Un restaurante que nunca falla
Ralph’s, en París, donde me empecé a enamorar de mi pareja y donde la hamburguesa es de otro mundo.

Algo que cambiaría si pudiera
Mi vida entera.

El valor humano que más admiro
El coraje.

Una última palabra
Te he contado demasiado de mí