Huyo de los jamases | Lorena Spatakis Argimón

Lorena Spatakis (Montevideo, 1980) En 2018 publica su primer poemario, De lo que hay en el espejo. En 2019 obtiene el segundo puesto en los Premios Saúl Ibargoyen (Casa de los Escritores) por su libro de cuentos Terrible lucidez amarilla. Ese año debuta en dramaturgia con Salir a la cancha, protagonizada por Victoria Rodríguez y Catalina Ferrand (Teatro Breve). En 2020 participa en la escritura del guion, actuación y producción del cortometraje Babel. En el mismo año edita su segundo poemario, La reveladora confusión de la codeína (Yaugurú). También debuta en música como coautora de «Falacias», canción de Otro Tavella & Los Embajadores del Buen Gusto, una adaptación del poema homónimo presente en La reveladora… En 2021 publica cuentos y poemas en libros colectivos y antologías en Uruguay, Argentina y España. Colabora en difusión cultural para el Centro Cultural España, Textos Intrusos, museo Gurvich, entre otros. Parestesia es su último libro editado por Fin de siglo (2023)

Un sabor de la infancia
La tortilla de papas de mi mamá y el Bubbaloo de frutilla macerado con Sprite.

Una manía confesable
Tengo que plegar las medias entre el dedo gordo y el resto para separalos. Fui feliz mientras se usaron las pezuñas.

Un amuleto
No tengo.

El último libro que leí
Siempre leo de a dos, un clásico y algo actual. Recién terminé Ulises de Joyce y Las Primas de Venturini.

Una película que me marcó
El Orfanato de Bayona. Me reservo el porqué.

Algo que evito
La gente con mala onda.

Si pudiera volver a empezar sería
Escritora y actriz. O filósofa. Pero me daría pena no ser odontóloga o jineta. Probablemente haría todo de nuevo, en otro orden. Aunque no volvería a ser profesora de inglés, por ejemplo, no me copó.

Un lugar para vivir
Hago nido en cualquier lado.

Un lugar para volver
Solís.

Una materia pendiente
No tengo pendientes, solo planes a futuro.

Un acontecimiento que cambió mi vida
La muerte de mi hermano marcó el primer antes y después.

El escritor definitivo
Nadie es definitivo y menos en literatura.

Algo que jamás usaría
Huyo de los jamases, pero es más probable verme rubia que usando la remera de Peñarol.

La última vez que pensé “tierra, trágame”
Todo el tiempo en todos lados. Soy un meme viviente.

El lugar más feo del mundo
Atrapada en una mente o un cuerpo que me traicionen. O el Chuy, el Chuy es bastante feo.

Una rutina placentera
Desayunar en familia y después, al irse todos, disponerme a escribir.

Me aburre
Lo solemne.

Una extravagancia gastronómica que frecuento
La cocina peruana.

Una canción que aún me conmueve
Good Riddance de Green Day.

Un restaurante que nunca falla
Mi novio.

Algo que cambiaría si pudiera
No me animaría a tanto. Seguro meto la pata y altero el orden mundial o algo. Siempre todo puede ser peor.

El valor humano que más admiro
La bondad.

Una última palabra
Trata de guardarlas, poeta.(Kavafis)