Ricardo Alcántara (Montevideo, 1946) escritor uruguayo, residente en Barcelona, España. A los 17 años viajó a São Paulo a estudiar psicología porque en la universidad en que estudiaba había cerrado. Trabajó de artesano, cocinero y en una guardería. La editorial La Galera fue la primera en publicar sus libros. En 1979 ganó el premio Serra d’Or que por primera vez era otorgado a un libro no escrito en catalán. Después de este premio, ha sido galardonado en diversos certámenes literarios. Es una muestra la obtención del Premio Austral Infantil de 1987 por Un cabello azul. En 1987 obtuvo el premio Lazarillo con Un cuento grande como una casa. En 1990 obtuvo el premio Apel·les Mestres con Carne y uña. Ha figurado en la Lista de Honor del Banco del Libro en Venezuela y del CCEI en España. También fue seleccionado para la Antología del Cuento Español (Universidad de Nebraska, EUA). La novela ¿Quién quiere a los viejos? ha sido seleccionada para la exposición The White Ravens 1997, que organiza anualmente la Biblioteca Internacional de Múnich. Tiene publicados unos 250 libros.
Un sabor de la infancia
Higos maduros
Una manía confesable
Quitarme los zapatos para entrar en casa
Un amuleto
Un anillo que siempre llevo
El último libro que leí
De qué hablo cuando hablo de escribir
Una película que me marcó
Esplendor en la hierba
Algo que evito
Cargar demasiado la agenda
Si pudiera volver a empezar sería
Casi lo mismo
Un lugar para vivir
Barcelona
Un lugar para volver
Montevideo
Una materia pendiente
Aprender a cantar
Un acontecimiento que cambió mi vida
Un retiro con mi maestro Claudio Naranjo
El escritor definitivo
Julio Cortázar
Algo que jamás usaría
Piercings
El lugar más feo del mundo
Algunos barrios de Sao Paulo
Una rutina placentera
Escribir cada día
Me aburre
Hablar con personas que siempre tienen la razón.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Ravioles con mantequilla y queso.
Una canción que aún me conmueve
Lucía, de Serrat.
Un restaurante que nunca falla
Un italiano
Algo que cambiaría si pudiera
La falta de puntualidad
El valor humano que más admiro
La lealtad
Una última palabra
Gracias
