Alejandro Michelena (Montevideo, 1947) escritor y periodista uruguayo. Es autor de varios estudios dedicados a Montevideo y a las tertulias culturales de Montevideo y de Buenos Aires. Ha publicado poesía, ensayos y narrativa.
Un sabor de infancia
Varios… En la necesidad de elegir uno: el café con leche con gofio en el desayuno, los días de invierno.
Una manía confesable
Tener la ropa siempre ordenada en el ropero.
Un amuleto
Más que un amuleto: un símbolo de protección: el Pentagrama Esotérico, el Tetragramaton.
El último libro que leí
Dos, porque leo siempre más de uno, alternadamente: “La delicadeza”, de David Foenkinos, y “Un desperfecto en la carretera”, de Cecilia Ríos.
Una película que me marcó
Unas cuántas… He sido cinéfilo empedernido por muchos años. Una en especial, habiéndola visto sin tener datos sobre ella, en Cinemateca, en la segunda mitad de los años setenta: “Malpertuis”, película que me deslumbró, y me cambió la perspectiva de muchas cosas.
Una rutina placentera
La rutina. Sobre todo en el trabajo.
Si volviera a nacer sería….
Seguramente artista plástico.
Un lugar para vivir
Guadalajara, en México.
Un lugar para volver
París, siempre…
Una materia pendiente
Escribir una novela de largo aliento.
Un acontecimiento que cambió mi vida
Como a tantos, en mi generación, en la juventud: el autoritarismo de apariencia democrática y la posterior larga Dictadura que padecimos.
Un escritor definitivo
Borges, al que siempre vuelvo. Marcel Proust, que me dejó resonancias más allá de lo aparente. Gombrowicz, más que nada por su apuesta de una vida de escritor a contrapelo de modelos, academias y grupos literarios.
Algo que jamás usaría
Los sombreritos con visera. Esos que hoy usan a toda hora y en toda circunstancia “Vicente y toda la gente…”
La última vez que dije «tierra trágame!
No me pasó…
El lugar más feo del mundo
De los que conozco, ninguno tan feo.
Una rutina placentera
Beber sin prisa, disfrutándolo, un buen pocillo de café.
Me aburre
La inevitable banalidad de los encuentros de sociales.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Muy cada tanto: ir a comer tacos y quesadillas, con su chile adecuado, rociadas con cerveza Negra Modelo, en el único restaurante mexicano auténtico de Montevideo.
Una canción que aún me conmueve
Eligiendo una, entre muchas… Días de vino y rosas.
Un restaurante que nunca falla
Algún bodegón de Buenos Aires, por San Telmo. La Poesía por ejemplo.
Algo que cambiaría si pudiera
Tantas cosas…
El valor humano que más admiro
La tolerancia.
Una última palabra
Buenas empanadas criollas.