El prestigio maldito del Edificio Dakkota | Jaime Clara

Hubo un tiempo en que el misterio y el terror estaban en casas abandonadas. Pero también hay edificios que están cargados de maldiciones y malas vibraciones. Esto es lo que sucede con una emblemática construcción de Manhattan, en Nueva York. Se trata del Edificio Dakota. Está ubicado en el número 1 de la calle 71, en pleno corazón de la Manzana, en el ala oeste de Central Park.

The Dakota ha tenido inquilinos ilustres, entre los que se cuentan, la actriz Lauren Bacall, el compositor y director de orquesta Leonard Bernstein, el compositor Bob Crewe, el actor José Ferrer, la cantante Roberta Flack, la actriz Judy Garland, los actores Steve Guttenberg y Boris Karloff, la escritora Carson McCullers, John Lennon, el bailarín Rudolf Nuréyev y la actriz Mia Farrow, entre otros.

Su historia

Fue construido entre 1880 y 1884. La firma de arquitectos de Henry Janeway Hardenbergh fue contratada para realizar el diseño para Edward Clark, director de la Singer Sewing Machine Company, -si, la de las maquinas de coser Singer- la firma que también diseñó el prestigioso Hotel Plaza.

Las descripciones indican que los tejados con ventanas, los balcones y las balaustradas dan al edificio una apariencia de estilo renacentista alemán, que para otros analistas, su estructura y la planta contienen una importante influencia de arquitectura francesa, muy frecuente, en la Nueva York de 1870.

Una de las crónicas indica que “el nombre de Dakota se puso al edificio debido más bien al gusto que su fundador, Clark, tenía por los estados y territorios del nuevo Oeste. Encima de la entrada de la calle 72, hay una figura de un indio dakota. El edificio Dakota fue añadido al Registro Nacional de Lugares Históricos en 1972, y fue declarado Lugar Nacional de Interés Histórico en 1976.” Cuando se lo describe, se menciona que “está construido en una manzana cuadrada alrededor de un patio central, accesible a través de una arcada desde la entrada principal, donde hay una puerta de carruajes lo suficientemente grande para que pudieran pasar los coches de caballos, permitiendo a los pasajeros apearse mientras se resguardaban de las inclemencias del tiempo. Desde los establos del Dakota de la calle 72 y desde los de Amsterdam Street unos ascensores subían los carruajes a las plantas superiores. El establo del Dakota siguió en funcionamiento como garaje hasta febrero de 2007.”

Originalmente, el edificio tenía 65 apartamentos de cuatro a veinte habitaciones, ninguno igual a otro. A estos se accedía por escaleras y ascensores situados en las esquinas del edificio. El Dakota tiene muchas instalaciones e infraestructuras excepcionales para la época de su construcción: un gran comedor; las comidas pueden ser enviadas a los apartamentos por ascensores especiales. La electricidad era generada por una pequeña estación eléctrica, y tiene calefacción central. Además de las habitaciones del servicio, en la buhardilla había una zona de juegos y un gimnasio (en años posteriores estas zonas fueron reconvertidas en apartamentos debido a problemas financieros). El Dakota también tenía un jardín, un campo de croquet privado y una cancha de tenis, todo ello detrás del edificio, entre las calles 72 y 73.

Tragedias

El Dakota aparece en diferentes películas Ojos bien abiertos, de Stanley Kubrick, en la que el personaje interpretado por Tom Cruiste vivía en uno de sus apartamentos. Este rodaje forma parte de la leyenda negra del edificio, elegido por Roman Polanski para la película El bebé de Rosemary, con historias de magia negra atribuidas a uno de los inquilinos, el Brujo Wicca Gerald Brossau Gardner. En él se inspiró Polanski para su película y dicen que durante el rodaje hubo altercados con diversos grupos de practicantes de la magia negra y de sectas satánicas se congregaron ante el edificio para amenazar a Polanski y su equipo. Al parecer, entre ellos se encontraba Charles Manson, el hombre que tiempo después, en 1969, estuvo involucrado en el asesinato de la mujer de Polanski.

Otra de las historias trágicas y donde más se vio la fachada del edificio fue el asesinato de John Lennon en 1980. El músico vivía allí con Yoko Ono. Cuando salía de su casa, el asesino disparó contra el ex beatle.

Hay gente que no quiere ni pasar por la puerta del mítico edificio. Aun hoy están las leyendas sobre lo que allí sucedió. Lo cierto es que este edificio forma parte de la clásica arquitectura de Nueva York, pero también tiene ese prestigio maldito de lleno de dimes y diretes cargados de malas vibraciones.