De la luna al fuego | Inmaculada Rodríguez

El jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera, se celebra el Corpus Christi. Fiesta cristiana que debe su origen a Santa Juliana, quien tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento y siempre anhelaba que se celebrara una fiesta en su honor. Este deseo, dicen, se intensificó por una visión que tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.

La noche del 20 de junio se celebra la llegada del solsticio de verano. Fiesta que es tan antigua como la misma humanidad. En un principio se creía que el Sol no volvería a su esplendor total, pues después de esta fecha, los días eran cada vez más cortos. Por esta razón, fogatas y ritos de fuego de toda clase se iniciaban en la víspera del pleno verano, para simbolizar el poder del Sol y ayudarle a renovar su energía. Se bailaba y saltaba alrededor del fuego para purificarse y protegerse de influencias demoníacas. El cristianismo recicló los viejos cultos paganos y los incorporó a la celebración de San Juan, la noche del 23 de junio.

En estas fechas, en Zafra, se celebra el festival De la Luna al Fuego. La Luna recuerda los orígenes históricos de la fiesta del Corpus, que adquirió una gran espectacularidad en Zafra en el siglo XVI. Por otro lado, el Fuego es el símbolo castizo de las fiestas de San Juan, feria tradicional que marcaba, en el calendario ganadero de Zafra, el comienzo de los tratos caballares y mulares, sobre todo entre tratantes de etnia gitana.

Durante diez días, se recrean los años de esplendor de la villa y sus mercados artesanos en el Siglo de Oro, con distintas actividades temáticas que llenan de color y animación a la ciudad.

Una de las actividades más simbólicas es El Ajedrez Viviente que se desarrolla en la Plaza Grande y es organizado por la Asociación de Ajedrez Ruy López. Con ella se homenajea a una de las figuras históricas de Zafra, el primer campeón del mundo de ajedrez, el clérigo zafrense Ruy López de Segura (en su honor, la apertura española lleva su nombre, “Apertura Ruy López”, ya que fue quien la popularizó en el siglo XVI).

El ajedrez viviente es una de las formas más vistosas de jugar al ajedrez. Esta versión humana del ajedrez se introdujo en Europa a principios del siglo VIII por Carlos Martel, fundador de la dinastía Carolinga. Las primeras partidas de las que se tiene constancia se dieron en Granada en 1408 por el Sultán. Desde ese momento hasta ahora, se han disputado partidas con personas reales con fines bastante distintos: desde meramente teatral, hasta servir como método de tortura y ejecución de los detenidos durante la época de la Inquisición.

En Zafra, las piezas y su séquito (personas vestidas con trajes de la época que se representa), realizan un pasacalles inicial que termina en la Plaza Grande donde, en un gran damero, se teatralizan algunas de las partidas de ajedrez más célebres de la historia.

Otra de las actividades centrales y que cada año toma más relevancia es La Mojá de la Vara, una tradición del pueblo gitano, que cuenta que los viejos tratantes ganaderos mojaban en agua sus varas durante la noche de San Juan para llamar, de esta manera, a la buena suerte y a la fortuna en sus negocios. Se celebra en el entorno del Pilar del Duque, donde son repartidas cientos de varas de caña para continuar con la tradición de mojar la vara. Posteriormente, en el mismo lugar, un espectáculo de flamenco y fuegos artificiales se funden con los deseos de los lugareños. Payos y gitanos cantan y bailan juntos, al ritmo de la fuerza de las raíces y la magia de la noche de San Juan.

Para cerrar, en el último fin de semana, se celebra El Mercado Medieval. Es la actividad que marca el punto y final de las Fiestas. Artesanos de distintas zonas de España se disponen para vender sus productos y manjares típicos de la época, en un mercado enclavado en las plazas porticadas de Zafra, la Plaza Grande y la Plaza Chica, decoradas al puro estilo medieval y que, junto a diferentes grupos teatrales, nos hacen retroceder a esos mercados del Siglo de Oro.

Además de estas actividades que impregnan a Zafra de medievo, se realizan otras como exposiciones, rutas turísticas teatralizadas por la ciudad, jornadas gastronómicas, exhibiciones y torneos de ajedrez, representaciones teatrales, conciertos de música y las jornadas sobre la historia de Zafra y el Ducado de Feria, que se celebran en los salones del Parador de Turismo Duques de Feria.

La fiesta De la Luna al Fuego fue declarada en 2014 como Fiesta de Interés Turístico de Extremadura. Una fiesta donde la tradición, la historia y la cultura de un pueblo toman las calles para celebrar el sol, la llegada del verano y con él, la prosperidad, la abundancia y la fertilidad. El comienzo de un nuevo ciclo que nos brinda la oportunidad de reflexionar y soltar aquello que nos hace mal.

Para ver más aquí