¿Qué se entiende por garabato? La definición de diccionario indica, entre otras definiciones, que se trata de “un dibujo de cualquier cosa, concreta o abstracta, que se hace mientras la atención está ocupada en otra cosa o cuando la persona está aburrida.” Esa falta de conciencia, o de acción inconsciente, provoca que el concepto tenga mala prensa. Como que no está bien visto el garabatear. Es algo similar a lo que sucede con el arte del payador. La payada, el canto repentista, que viene desde el nacimiento de la patria, y que tiene una tradición juglaresca de siglos, es utilizado como sinónimo de dejadez, de poca seriedad, de decir hueco. Los payadores requieren de una preparación y una rapidez mental y un amplio vocabulario que muchos de los que se ríen y minimizan. También pasa con caricaturizar, que se usa como forma de nombrar algo que es mencionado a la ligera, cuando la caricatura es una disciplina artística y un género periodístico.
Hace algún tiempo, un artículo del diario español La Vanguardia sobre describió que “la ciencia ha demostrado que los llamados dibujos inconscientes, aquellos garabatos que se hacen mientras se habla por teléfono o se asiste a una reunión son la manera que se tiene para fijar ideas y grabar los contenidos en la mente. El garabatear es una reactivación que evita caer en el aburrimiento o la apatía y que no sustrae energías a la tarea principal. Asimilar información y dibujar son dos actividades que son compatibles. Y la segunda mejora la primera.”
Quien más se ha destacado por estudiar el tema de los garabatos, y escribir libros, es Sunni Brown. Su charla TED, de 2011, vista por millones de personas, es una cruzada a garabatear. Puede verla aquí “Siempre se ha considerado el garabato como una práctica antiintelectual, en contra del aprendizaje serio. Algo inapropiado: como masturbarse en el trabajo”, dijo la especialista. Se trata de “una herramienta poderosa. El fijar sobre el papel unos signos nos ayuda a pensar y es una estrategia para evitar la pérdida de atención”. La teoría de Brown es que este tipo de dibujos espontáneos, inconscientes, cuando se realizan de forma simultánea con otras tareas, permiten fijar más contenido porque se activan diferentes canales como el visual, el auditivo, el kinestético-espacial, el de la escritura y el emotivo.
La charla TED de Sunni Brown comienza realizando la hipótesis de que si la sociedad percibe los garabatos como algo malo, igual es porque no hay ninguna definición favorable del garabato:
En el siglo XVII, un “doodle” (garabato) era un tonto o un loco.
En el siglo XVIII, “doodle” se convirtió en un verbo con el significado de estafar, ridiculizar o burlarse de alguien.
En el siglo XIX, un “doodle” era un político corrupto.
Y hoy, tenemos la definición de perder el tiempo, titubear, hacer travesuras, hacer marcas sin sentido, hacer algo de poco valor, sustancia o importancia, e incluso NO hacer nada.
¡Con razón la gente es reacia a hacer garabatos en la escuela o el trabajo!
Los científicos indican que “la mente, contrariamente a lo que se piensa, puede trabajar de forma disociativa. Se puede realizar una tarea de forma consciente y, a la vez, expresar estados mentales internos inconscientes a través de los garabatos. Las dos actividades no son excluyentes (…) el estar con la cabeza en las nubes supone malgastar energía. Uno empieza a soñar con las vacaciones, los billetes, las reservas del hotel y una cosa lleva a la otra… En cambio garabatear permite una gestión más eficiente de los recursos sin que el cerebro se vaya por las ramas. De ahí que, gracias al dibujo, la capacidad de asimilación de la información sea más elevada.”
La nota de La Vanguardia se pregunta ¿en qué ocasiones se suele garabatear? “Los estudios demuestran que estos tipos de dibujos se crean habitualmente en momentos de ociosidad (cuando se va en tren, fumando, cansados de leer un libro, escuchando la radio o música, etcétera), aburrimiento (en clase, conferencia, sermón…) meditación, o en estados que muestran la tensión emocional, como la indecisión (haciendo planes de las vacaciones, buscando la inspiración), la concentración (planificación de tareas, los maestros preparando sus clases o los alumnos sus lecciones, pensando en un asunto, o resolviendo un problema), la expectativa (esperando en el médico, la peluquería, llamando por teléfono), y la impaciencia (esperando en el teléfono). Al ser una manifestación del subconsciente, estos garabatos proporcionan indicios acerca del estado de ánimo que se padece en el momento de realizarlos. Estas figuras son una marca personal e intransferible, tan únicas como la letra o las huellas digitales.”
Un descubrimiento personal
En lo que a dibujar refiere, siempre quise hacer caricaturas. Y no escuché mil consejos de Hugo Nantes, de Guillermo Fernández, para dedicarme a otras tipo de dibujos, buscar e indagar por otras ilustraciones. Sin embargo, casi por accidente, en los últimos meses aparecieron los garabatos, a los que llamo Divertimentos, en secreto homenaje a un libro de Julio Cortázar. Quizás este nombre, remita a diversión y no es justo, porque, lo que provoca ese garabato que dibujo, es una alta concentración en mi trabajo cotidiano en radio o TV. Escribir esta nota me permitió conocer a diferentes nombres, de disciplinas varias, que han estudiado este acto de garabatear y que lo defienden y elogian. Me quedo mucho más tranquilo.
Aquí les dejo algunos de estos Divertimentos