Semana Santa 2023 (primera parte) | Manuel Guerrero Cabrera

Pollinita de Cabra

Habitualmente tengo preparada la colaboración para Delicatessen.uy con antelación para enviarla sin demora; sin embargo, para este mes de abril, en el que prefiero aportar algo sobre la Semana Santa del centro de Andalucía, aún no había escrito nada. Por lo que opté por hacer lo contrario: redactarlo cuando haya pasado la Semana Santa y, además, sobre la vivida en este año. La Semana Santa es una festividad muy importante en la mayor parte de Andalucía, no solamente por el beneficio económico, el turismo y la religiosidad popular, sino también por la amplia implicación y participación social, el significado cultural y la idiosincracia de cada localidad (esto último pese al influjo de las formas dominantes de Sevilla). Tenga presente quien lea que escapamos del bullicio de las capitales de provincia y de la de Andalucía. He aquí este artículo a modo de diario.

DOMINGO DE RAMOS, 2 DE ABRIL

Desde hacía un par de días las predicciones metereológicas confirmaban que iba a ser una Semana Santa de sol y el Domingo de Ramos así lo demostró, al hacer honor a aquel verso de Miguel Hernández: «por el domingo más brillante fuimos». Lo cierto es que en la memoria guardo escasos días de lluvia en este domingo y el de 2023 tampoco lo fue.

Comenzamos nuestras procesiones en la localidad de Cabra (Córdoba), con la salida del conjunto de la Entrada en Jerusalén, llamada popularmente Pollinita (derivado de pollina, ‘asna’). Interesa mucho en lo artístico este conjunto porque es la cuarta representación de esta iconografía más antigua de España, ya que ejemplos anteriores al siglo XX solamente se conservan las de Valladolid, Sevilla, Lucena y esta de Cabra. El conjunto es del siglo XVIII y anónimo, aunque las burras y los apóstoles se atribuyen a Luis Tibao; el resto de imágenes son de factura moderna. Esta localidad ha adoptado el modo de procesionar de Sevilla y, salvo un par de cofradías (el Preso y, en su propio estilo, el Silencio) que mantienen el modo auténtico egabrense, todas lo hacen con costaleros. Muy celebradas fueron las interpretaciones de la banda de cornetas y tambores Monte Calvario que acompañó al misterio. Fue un día con mucha gente en las calles, lleno de saludos y de invitaciones a una cerveza con las amistades.

Virgen de la Sangre de Rute

Por la tarde, nos desplazamos a Rute (Córdoba) donde realizaba estación de penitencia la Archicofradía de la Veracruz con los pasos del Cristo amarrado a la Columna y María Santísima de la Sangre. Ambas imágenes son anónimas del siglo XVII, pero destaca la Virgen con un estilo inconfundible a las dolorosas de Pedro de Mena, uno de los grandes imagineros del Barroco andaluz. Por cuestión de tiempo, no pudimos ver el momento en el que las imágenes saludan a la Virgen de la Cabeza, en la parte alta de la localidad. Esperamos la procesión con la caída de la tarde y un rico helado, preludio del fresco de la noche,pues, una vez se fue el sol, echamos en falta algo de abrigo. En Rute los pasos se portan a hombros, al estilo malagueño, pero con tronos de menores dimensiones. De mérito es que los portadores de María Santísima de la Sangre cruzaran toda la calle Juan Carlos I de una vez; sin duda, ellos no sintieron frío en ningún momento.

LUNES SANTO, 3 DE ABRIL

Un motivo familiar nos hizo quedarnos en Lucena (Córdoba), pues mi hermano salía de santero en el paso de Nuestra Señora de la Pasión. Un santero es quien porta el paso en Lucena mediante la santería, el modo único y tradicional de Lucena: a hombros (en varales o el costado del trono), exclusivo para hombres, al ritmo del tambor y vestidos con túnica y capirote sin antifaz. Es lo que se llama santería o santear.

La tarde ofrecía un ambiente agradable para ver la procesión del Cristo de Medinaceli, una imagen del artista local Muñoz de Toro (siglo XIX), muy reformada a finales del siglo XXI, cuyo máximo interés estriba en el trono, que es una joya neobarroca del siglo XVIII muy modificada. También procesionaron Nuestra Señora de las Angustias, popularmente llamada «Virgen de Piedra», de Blas Molner (1799) y Nuestra Señora de la Pasión (anónimo, siglo XVII) bajo palio.

Lo curioso de la santería es que ningún paso se lleva igual a otro. Hay unos modelos de cómo hacerlo, pero es el manijero, el santero que dirige el paso, quien lo sigue o varía. Por ejemplo, el Cristo de Medinaceli se santea tradicionalmente «botado» de atrás, pero en esta ocasión la cuadrilla de santeros no lo hizo así. Tanto la Virgen de Piedra como la de Pasión se santean a un toque de tambor lento y sin «botado».

MARTES SANTO, 4 DE ABRIL

Cristo de Medinaceli de Lucena

La invitación de mi amigo Antonio R. García a comentar el Martes Santo de Lucena en Videoluc Televisión fue tan determinante como que Lucena posee el Martes Santo más completo de la provincia. Tres cofradías ocupan el Martes Santo lucentino, con un total de ocho pasos, aunque este año solamente procesionaron siete. Las imágenes de mayor valor artístico son las que procesiona la Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen, pues el Cristo de la Humildad y la Virgen de los Dolores, ambas atribuidas a Pedro de Mena, del siglo XVII, son excelentes obras artísticas. También son interesantes las imágenes de la cofradía servita: el Cristo de la Humillación (Muñoz de Toro, siglo XIX) que representa una iconografía poco frecuente en imaginería, Jesús recogiendo la túnica tras la flagelación; y la Virgen de los Dolores «Servitas», atribuida a Blas Molner, del siglo XVII; y las de la Cofradía del Amor, cuyos titulares son el Cristo del Amor (busto atribuido a Alonso Cano, siglo XVII, y cuerpo de Andrés Cordón, siglo XIX), el misterio de la crucifixión (Muñoz de Toro, siglo XIX) y la Virgen de la Paz «Campanitas» (Martínez Cerrillo, 1983). De estos pasos, la canastilla, con palio, de las «Campanitas» es el más relevante, pues es una obra de Manuel de los Ríos de finales de los años 80 del siglo pasado lleno de sutiles detalles.

MIÉRCOLES SANTO, 5 DE ABRIL

Aprovechamos el miércoles para visitar a un buen amigo en la localidad cordobesa de Fernán Núñez. Por cierto, al llegar la noche se apreció una notable bajada de las temperaturas. Después de ponernos al día, vimos la estación de penitencia de la Cofradía del Santísimo Cristo del Calvario en su Humildad y de María Santísima del Tránsito, dos imágenes de autor anónimo del siglo XVIII. Es una de las pocas cofradías que aún realizan la procesión a hombros en esta localidad de la campiña cordobesa, pese a que el fuerte influjo sevillano ha hecho que muchas ya lo hagan a costal.

Continuará…..