Un cuadro de Goya protagonista de una increíble historia | Jaime clara

Cuando las películas están basadas en hechos reales, uno la mira con otra perspectiva. Y más aún cuando se cuenta lo que realmente sucedió. Casi por accidente, como suele suceden en los últimos tiempos, ante tanta oferta en las plataformas, encontré (*) El Duque (The Duke), un filme de 2020 dirigida por Roger Michell -que falleció en setiembre de 2021- con Jim Broadbent y  Helen Mirren, como cabezas del elenco. La historia transcurre en 1961. Kempton Bunton, un taxista de 60 años, robó el retrato del duque de Wellington, de Francisco de Goya, de la National Gallery de Londres. Fue el primer (y sigue siendo el único) robo de la historia de la galería. Kempton envió notas de rescate diciendo que devolvería la pintura a condición de que el gobierno invirtiera más en el cuidado de los ancianos. Lo que sucedió a continuación se convirtió en algo legendario. (**)

Las actuaciones son todas deliciosas y el guión logra contar la historia, enganchar y empatizar con los protagonistas, aunque el papel de cada uno es diferente, en función de como se suceden los acontecimientos.

El cuadro
La obra se trata de una pintura sobre tabla. Mide 1,64 x 0,52 mts. realizado por Francisco de Goya entre 1812-1814  Retrata al duque de Wellington (1769-1852) un general al mando de las fuerzas británicas que lucharon en España durante la guerra de la Independencia y venció a las tropas francesas de José Bonaparte en la batalla de Vitoria, en 1813. Goya pintó este retrato en Madrid, durante la breve estancia del Duque en la ciudad. El artista le añadió las condecoraciones del Toisón de Oro, la Cruz de Oro militar, la Orden del Baño, la Orden portuguesa de la Torre y la Espada y la Cruz española de San Fernando. Las medallas están pintadas con la desenvoltura típica de las últimas obras de Goya. Cuando se mira el cuadro desde la derecha se nota el espesor de la pintura. Se cree que Goya aplicaba el pigmento con cualquier cosa que tuviera a mano: brocha, esponja, dedos o incluso el mango de una cuchara. El rostro del Duque está pintado con gran precisión, aunque con la característica libertad, haciendo de este cuadro uno de los más refinados retratos del pintor.

El hecho
Según cuenta la periodista Maria Eugenia Capelo, en una nota en Infobae,  “en 1961 Bunton recibía una pensión de £ 8 por semana y lo indignaba tener que pagar £ 4 por recibir el servicio de televisión, un impuesto que siempre ha existido en el Reino Unido para financiar la televisión pública (actualmente es de £ 159 anuales). Olvidando acaso que no había pagado esa licencia, Bunton presentó un proyecto de ficción a la BBC, lo cual hizo que se descubriera su infracción y terminara condenado a 13 días en la cárcel. Bunton rumiaba todavía sobre esa injusticia cuando conoció la noticia de que que Charles Wrightsman, magnate petrolero estadounidense, había ofrecido £ 140.000 por la obra de Goya, considerada una especie de tesoro nacional para los ingleses; para evitar que el duque dejara las islas británicas, la el estado pagó esa misma suma de los fondos públicos. Bunton sintió el episodio como un insulto a los ciudadanos, en particular los más desfavorecidos, entre ellos los retirados como él: el estado derrochaba dinero en “un retrato basto hecho por un borracho español” en vez de pensar en el pueblo. Así es como se le ocurrió gestionar el robo del cuadro, como una forma de venganza por lo sucedido con él y como una especie de justicia poética para sus conciudadanos.”

La película cuenta el robo de la obra, por parte del taxista justiciero. Cómo entró al museo por la ventana de un baño y comenzó a enviar esquelas anónimas a cambio de que el gobierno asumiera el compromiso de distribuir gratuitamente la televisión entre los jubilados que no podían pagar el impuesto. El cuadro fue devuelto, cuatro años después, en propia mano, por el propio Bunton, que fue detenido y llevado ante la justicia. Tras el juicio, detalladamente descripto en el filme, Bunton fue declarado inocente y su reclamo, cuarenta años después fue tenido en cuenta. Hoy, las licencias de televisión son gratuitas para los mayores de 75 años, entre otras excepciones y descuentos.

La familia
Para la BBC, habló el nieto de Kempton Bunton  «Sentí que mucha de la información que se difundió públicamente era precisa, pero gran parte era especulación y un poco injusta con mi abuelo (…) fue sacado de la galería y pasó cuatro años y medio en la vivienda de mis abuelos en Newcastle» (…) «Es un titular increíble, pero para mí lo importante era incluir el punto de vista de mi familia en la historia y los factores que influyeron en la toma de decisiones de mis abuelos. Realmente se trata de un drama familiar y de la lucha de la clase trabajadora. Era un buen hombre a pesar de todos sus defectos y quería hacer lo mejor para su familia, pero también quería ayudar a las personas que necesitaban apoyo. Estaba convencido de que la televisión era una cura para la soledad de los jubilados y veteranos de guerra y en ese momento no había mucho más para las personas que estaban aisladas y solas. Mi abuelo reconocía el valor de la BBC, por lo que sentía que debería estar disponible sin costo para todos los que la necesitaran, y el robo fue parte de su campaña para otorgar licencias de TV gratis para jubilados».

 

(*) NS NOW de Nuevo Siglo

(**)  www.filmaffinity.com