¿Seguís escribiendo? | Guillermo Álvarez Castro

Guillermo Álvarez Castro

Guillermo Álvarez Castro (Montevideo, 1949) escritor y periodista. Toda su niñez transcurrió en Estación Parque del Plata (Canelones). Publica muy espaciados sus libros, los críticos lo consideran como uno de los escritores más importantes de su generación. Su novela “Celebración”, publicada (Alfaguara, 2005) fue considerada por como una de las mejores publicadas en el país durante los últimos veinte años. Trabajó como periodista en la páginas culturales del Semanario Zeta y ha coordinado los siguientes talleres de escritura creativa. Ha ganado varios premios, entre los que se cuentan concurso de narrativa de la 26ª Feria Nacional de Libros y Grabados, Premio Anual de Literatura del Ministerio de Educación Cultura, Gran Premio Medalla Morosoli de Oro, Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental”, en dos oportunidades.

Un sabor de la infancia
La leche recién ordeñada, la miel tibia de panal, los duraznos a la hora de la siesta en verano.

Una manía confesable
Hablar solo, hablarle al televisor y reírme de lo que le digo; no acostarme nunca sin dejar la cocina limpia. Pero estoy viejo y viví solo mucho tiempo.

Un amuleto
Un colmillo de lobo marino, una pantufla de cuando uno de mis nietos empezó a caminar.

El último libro que leí
“Dinosaurios en otros planetas” de Danielle McLaughlin. Una belleza.

Una película que me marcó
Matar a un ruiseñor.

Algo que evito
Los lugares con mucha gente, los eufemismos y los juegos de palabras.

Si pudiera volver a empezar sería
Una mejor versión de mí mismo.

Un lugar para vivir
Punta Carretas.

Un lugar para volver
México, París, Praga. Y Buenos Aires, siempre.

Una materia pendiente
La música.

Un acontecimiento que cambió mi vida
La muerte de mi padre.

El escritor definitivo
Creo que no existe. La literatura de cada uno es la suma de los narradores y poetas que lo han influido o a quienes, simplemente, ha amado.

Algo que jamás usaría
Cerquillo.

La última vez que pensé “tierra, trágame”
Tengo tanto miedo al ridículo, que trato de no hacer cosas que me avergüencen.

El lugar más feo del mundo
Donde suceda lo que dice este verso, cuyo autor desconozco: “qué frío hace y qué soledad hace”.

Una rutina placentera
Conversar.

Me aburre
Que me pregunten: ¿seguís escribiendo?

Una extravagancia gastronómica que frecuento
Vengo de una familia en la cual la única razón para comer era la subsistencia: se comía porque no había más remedio. Para mí un huevo frito es una extravagancia gastronómica.

Una canción que aún me conmueve
Over the rainbow por Judy Garland.

Un restaurante que nunca falla
En su momento, el del hotel Bahía, en La Paloma; ahora: Salmuera, en Malvín, Clementina, en Palermo, y Escaramuza.

Algo que cambiaría si pudiera
Las cosas que, por mi culpa, terminan entristeciendo a los demás, en particular a las personas que quiero.

El valor humano que más admiro
La bondad.

Una última palabra
De las personas que quise y me quisieron no recibí otra cosa que bondad.