Paco | Jaime Clara

La mano del diablo, que ofrece fuego a Rodríguez, en el magistral cuento de Francisco Espínola (1901-1973), es la mejor puerta de entrada para ingresar, una vez más, al espacio literario de uno de los grandes escritores del siglo XX que tuvo Uruguay. Paco, como se le conoce en su ciudad natal, San José de Mayo, o en todo el Uruguay, es de los narradores imprescindibles, los que hay que leer, para entender una forma de ver el pago chico, entender la aldea y a su gente.

Acaba de publicarse un libro con sus cuentos completos, que permite encontrarnos con Espínola, una vez más, en su esencia. Esta preciosa edición tiene un prólogo del escritor Tomás de Mattos que dice que “me fascina su postura ética, que en él jamás fue una pose, ni cumplimento de una prescripción ideológica. El Paco realmente optó por los pobres de este mundo: maragato del centro , frecuentó el bajo y recorrió el campo. Y a todas las criaturas que allí vio, oyó y trató, las quiso, las admiró y no olvidó. Su mirada no cayó en la petulancia en la que con frecuencia, incurrirían inadvertidamente los criollistas, en una época que coincidió con la de sus propios inicios. (…) En los cuentos que siguen, el lector gozará de esas dos lecciones: la de las admirables potencialidades de cualquier ser humano y la de un ta técnica austera, pero prodigiosa, que vela porque cada palabra, cada renglón, irrumpa y cautive a las mayores profundidades de su conciencia.”

También esta edición tiene un ensayo de una de las críticas literarias que más estudió y conoce de Francisco Espínola, Ana Inés Larre Borges. Paco “perteneció a esa clase de escritores cuya identidad se construye tanto dentro, como fuera de la literatura. Se ha dicho que fue el último escritor nacional, capaz de concitar adhesiones unánimes y de cultivar amistades por encima de diferencias ideológicas y estéticas. En esa categoría, ya en desuso, hay atributos que trascienden una obra y muchas veces distraen de la creación.” Este ensayo de Larre Borges no tiene desperdicio, es justo y necesario.

Paco genera eso, en quienes lo conocieron y en quienes no. Mi único contacto con él fue cuando yo era niño, y lo relaté en un cuento de mi libro Medias verdades (Seix Barral, 2017). Allí relato una anécdota de cuando él murió, justo el día del golpe de Estado en Uruguay, el 27 de junio de 1973.

Francisco Espínola por Jaime Clara

El recordado profesor Hyalmar Blixen cuenta, en una nota de1988, que Paco, estaba en un cafetín de San José y a veces allí escribía algo o tomaba algún apunte, sentado en un rincón, ante una mesita. En eso se le acercaron dos humildes parroquianos algo cohibidos; uno tenía el sombrero entre las manos y lo hacía dar vueltas despacio, tímidamente. –“Venimos a pedirle un favor”… Pero no decían más que eso. Paco supuso que le solicitarían una limosna, pero resultó que ese no era el motivo. –“¿Y cuál?” –“Querríamos aparecer en alguno de sus cuentos… si se puede”. Me lo contó Espínola mismo, entre sonriente y emocionado, dice Blixen, que remata el recuerdo, “supongo que los habrá hecho figurar.” Esa era la admiración de los paisanos por el escritor de su pueblo.

En ese mismo texto, Blixen en el diario montevideano Lea, agrega que “Espínola mismo confiesa en su “Discurso en San José de Mayo” su sentido de la compasión, de la ternura… Podría –pienso- llamársela cristiana… Claro que el cristianismo no tiene el monopolio de ese sentimiento. Me parece que a veces creía un poco en Dios y a veces no creía. Pienso que eso debe ocurrirle a todo ser profundo. Meditaba hondamente sobre temas trascendentales, y a veces, honradamente, confesaba: -“Estoy muy embarullado”. Y creo que todos estamos muy embarullados si trascendemos a ciertos temas, pero no tenemos la sinceridad de Paco para decirlo.”

Sé que Francisco Espínola es reconocido, forma parte de los programas de enseñanza, y ocupa un lugar en la literatura uruguaya del siglo pasado. No por eso, no merece ser más leído, más comentado, más estudiado. Todavía hay mucho Paco por conocer y, por sobre todas las cosas, hacer conocer, aquí y fuera de fronteras.

Francisco Espínola. Cuentos completos. Editorial Arerunguá. 2022. Distribuye Gussi