Sebastián Cella, reputado bar planner conocido en redes como Cella Cantinero, es padre desde hace ya 24 años. Enamorado de sus hijas, apasionado en el trabajo, obsesionado con el café y comer rico. En la búsqueda permanente del equilibrio en la cocteleria y en la vida, vive a rabiar cada minuto sabiendo que eso tiene un alto precio a pagar.
Un sabor de la infancia
El de la garrapiñada cuando íbamos al cine o al zoológico con mi padre.
Una manía confesable
La limpieza. Es herencia de mi abuela.
Un amuleto
Un juguete de mi hija Paulina que siempre está conmigo.
El último libro que leí
Cuentos Completos de Mark Twain .
Una película que me marcó
Ed Wood ( 1994 dirigida por Tim Burton ).
Algo que evito
Las discusiones necias que no llevan a nada, siento que son pérdida de tiempo.
Si pudiera volver a empezar sería
Cantinero. Lo elegiría otra vez.
Un lugar para vivir
Ciudad Vieja. Es mi hábitat natural.
Un lugar para volver
Arraial do Cabo, en Brasil.
Una materia pendiente
Viajar más.
Un acontecimiento que cambió mi vida
Sin lugar a dudas el nacimiento de mis hijas.
El escritor definitivo
Mark Twain , sin un poco de relato fantástico la historia sería aburrida.
Algo que jamás usaría
Una crema para arrugas, las marcas en la piel son parte de nuestra historia.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Cuando la tuve en frente a ella y todas las palabras ensayadas se fumaron.
El lugar más feo del mundo
Cualquier lugar donde no me sienta cómodo o no me encuentre a mi mismo.
Una rutina placentera
El café, no puedo empezar el día sin prepararme una prensa francesa.
Me aburre
Los lugares con mal servicio de gastronomía.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
La tostada francesa de Sometimes Sunday.
Una canción que aún me conmueve
I Will Survive de Gloria Gaynor .
Un restaurante que nunca falla
Sushitrue de mi amigo Danny Sadi.
Algo que cambiaría si pudiera
Las reglas del juego.
El valor humano que más admiro
La lealtad.
Una última palabra
Cuatro : un café por favor
