Tené cuidado si querés escribir novelas de amor | Jaime Clara

A medida que pasan los años debo confesar que me pongo viejo y repito las cosas. Pido disculpas, porque quienes son oyentes de mi programa pueden haber escuchado muchas veces elogiar el ejercicio de transitar un producto artístico, que puede ser una obra de teatro, una canción, una película o un libro, luego que pasó el tiempo de su primer contacto. 

Por ejemplo, si Rayuela fue una lectura de juventud, como nos pasó a muchos, qué pasa ahora si la leemos de nuevo. ¿Qué pasa cuando volvemos a escuchar la canción A redoblar hoy, en el 2022? Recuerdo haber entrevistado a Walter Reyno, protagonista del Gaucho Miseria en El herrero y la muerte, cuando la reestrenó 35 años después y comentábamos que no era lo mismo decir ciertas frases en plena dictadura, que en democracia plena. Ese reencuentro, podrá mover algo en nuestro interior, traer recuerdos buenos, de los otros, o emociones varias. 

Esto viene a lo que nos convoca hoy: Mercedes Rosende y Editorial Planeta, con una nueva edición de La muerte tendrá tus ojos, la novela de iniciación de Rosende de 2008. 

Es interesante el ejercicio, y por eso fue el ejemplo del comienzo. Leer esta novela hoy, con el prestigio que tiene Mercedes Rosende como escritora de novela negra, la potencia con la que escribe, la experiencia acumulada y la referencia que es hoy, la ubica como un relato perfectamente zurcido, donde desarrolla una magnífica capacidad de observación, tratar temas importantes, profundos, de actualidad, en el marco de una trama de suspenso. 

La muerte tendrá tus ojos es una novela que no nos sorprendería, integrando en 2022. una “Biblioteca Mercedes Rosende” de novelas negras. Pero lo que no podemos perder de vista es que esta novela es de 2008 (año en que salió a la venta), y seguramente fue escrita antes de esa fecha y era el debut de una escritora, de cincuenta años, que había querido escribir una novela de amor y fíjense lo que le salió: una novela policial, negra, de suspenso, que resultó iniciática, sin que ella fuese consciente. 

Destaco lo de los cincuenta años, para aquella primera novela, que es ésta, casi quince años después, porque Mercedes me dijo que para ella, escribir esta novela, ganar el Premio Nacional de Literatura con su primer trabajo de largo aliento, fue “empezar una carrera” y reflexionó “estamos capacitados para comenzar otras vidas”, aun a los cincuenta años. Mercedes había escrito cuentos, pero quería encarar un trabajo de largo aliento, probarse en un formato XXL, y que esa primera novela que escribiera, funcionara más o menos bien.

Como digo, esta novela pretendió ser una novela de amor. Quizás podamos decir que es una rara novela de amor. Fue una novela tan tan sui generis, que para un experto en esas lides, como Milton Fornaro, que no tenía la menor idea quién era Rosende, la ubicó -a la novela- en la categoría de policial, negra. Las definiciones poco importan, porque sabemos de qué hablamos, y no lo vamos a detallar ahora, pero pasó la exigente prueba de Fornaro, que es implacable y otras como la de Mario Delgado Aparaín, no menos riguroso, pero es manso y bueno como gato en almacén..

 Y a partir de allí, comenzó un camino para Mercedes Rosende que no se ha detenido y que la ubica en un podio de privilegio como escritora de novelas de un género que si bien no es nuevo -de nuevo no tiene nada, empezó con Edgar Allan Poe en la primera mitad del siglo XIX- hoy ha alcanzado una gran popularidad a nivel mundial y por lo tanto con un mercado literario altamente competitivo. Sin embargo Mercedes ha editado sus novelas en Europa y ha ganado prestigiosos premios, por ejemplo, en Alemania.

Y sigo con un ejemplo de las dos lecturas, la del 2008 y la de ahora. Aquella presentaba a una narradora, una protagonista avispada, divertida, irónica y hasta sarcástica. Sin embargo, ahora, con todo lo que conocemos a Mercedes, y no sólo por lo que dice y escribe en sus libros, en sus columnas, sino en entrevistas y sobre todo en las redes sociales, nos damos cuenta que Lía, tiene mucho de Mercedes Rosende. Y eso cambia todo, porque sentimos que más que Lía, es Mercedes, ella, la que nos cuenta. 

Dicho todo esto, vengamos a la novela, que como dije, fue la primera, pero que como también dije fue iniciática, porque están ciertos temas que han sido preocupación de la escritora en varias de sus obras posteriores y que hoy, quince años después, en esta novela, por cómo está el mundo, adquiere una increíble actualidad y parece que está escrita para este 2022. Por ejemplo, la trama de corrupción en el poder, los intereses económicos y la problemática ambiental. “Una protagonista que se ve inmersa en el mundo del delito, en una relación inconveniente, en sus propios miedos y su rabia, una narración en la que hay humor e ironía, violencia y deseos de venganza, una visión crítica de la lacra imparable de la corrupción, de la delgada línea que nos separa a todos de la inmoralidad.” Esto dice la contratapa de esta edición, y está tan bien dicho que yo no podría mejorarlo. La muerte tendrá tus ojos es eso que se describe en un párrafo. 

Me contaba Mercedes que hace quince años, quería escribir sobre contaminación ambiental y corrupción, porque se había enterado que uno de los mayores traficantes de basura altamente contaminante son las empresas Disney. En aquel momento el tema la apasionó, aunque quizás fuese un exceso para tratar en una novela de amor. Fueron más de dos meses de lectura, contactando gente, investigando, metiéndose en un mundo del que le cuesta salir. Dio a leer aquellas páginas a investigadores reales de la Facultad de Química que identificaron algunos errores al rigor científico, errores que ella no entendió, que no corrigió, porque la ficción es una ficción verosímil Y además, Lía es humana, Lía se puede equivocar. Porque esa protagonista tiene los mismos cuestionamientos que podrían tener la mayoría de los lectores cuando su jefe le pide que sea complaciente con un informe de dudosa rectitud. Lía es tan humana que tiene los mismos problemas que pueden tener muchos lectores con una madre intensa y demandante. O podría hablarle de los vínculos personales, las pérdidas familiares, un denso portero de edificio o el consorcio de propietarios, o un policía de seccional que teclea con dos dedos la máquina de escribir ante una denuncia de abuso sexual…. en fin. Uno transita por las páginas de La muerte tendrá tus ojos y muchas de las cosas que allí suceden, no nos resultan ajenas. Para nada. Además siempre está presente, en la novela, el humor, aun en situaciones trágicas. Siempre ese recurso está, como un escape. 

Les cuento que mientras leía -o releía la novela, ahora hace un par de semanas, en las noticias policiales se informaba como apareció flotando en aguas del Río de la Plata un torso humano, al otro día una pierna, un brazo. Dos días después las cámaras confirmaron que dos hombres trasladaban el cuerpo en un carrito de supermercado para tirarlo al Río. No quiero entrar en detalles de la novela, pero levantaba la vista del libro y miraba la pantalla, y entre lo que leía, supuestamente ficción, y lo que veía en el informativo, había muy poca distancia. Mercedes me confesó que ella pretendió hacer una ficción verosímil. Nunca pensé que llegara a tanto. La distancia entre realidad y ficción, les puedo asegurar, es un cachito así. 

Por todo lo que he dicho esta novela calza perfectamente en el género novela negra, tiene el suspenso necesario para enganchar y todos los ingredientes para terminar siendo una serie de Netflix. Lía se transformó en una atrevida e inconsciente investigadora, de esas que una no piensa que pueden salir de la Administración Pública. 

En sus siguientes novelas, aparecieron otros personajes que crecieron y que ocuparon con fuerza el universo Rosende. Yo no sé qué piensa Mercedes sobre Lía, hoy. Sospecho que la debe ver con cierta nostalgia. Lo que es claro es que sus preocupaciones como escritora, como mujer comprometida con su tiempo, que denuncia y plantea temas de agenda, coyunturales, a través de sus libros. Todavía hay muchos San Pedro en el mundo, hay ministros como el jefe de Lía, hay empresarios corruptos y seductores en medio de una globalización que no para. Serán las Lía, o las Úrsula o quién sabe qué personajes los que lleguen, no a salvar el mundo, porque el mundo no se salva con superhéroes, pero que por lo menos tienen la fuerza para encarar al poder que salta debajo de cualquier piedra en el momento que menos lo esperamos.

LA AUTORA Mercedes Rosende es escritora y guionista uruguaya. Ha publicado y participado en medios escritos, radiales y televisivos como columnista y panelista. Sus obras son: Demasiados blues, La muerte tendrá tus ojos (2008), con el que obtuvo el primer premio del Premio Anual de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, Mujer equivocada (2011), publicada también en Argentina, España y Suiza, El miserere de los cocodrilos (2016, publicada también en Suiza en 2018) y Qué ganas de no verte nunca más (2019). Fue ganadora del premio LiBeraturpreis edición 2019, otorgado por Litprom de Frankfurt.

Este texto fue la base de lo leído en la presentación del libro «La muerte tendrá tus ojos» de Mercedes Rosende. Editorial Tusquets, mayo de 2022