No como demasiado fuera de casa | César Troncoso

César Troncoso (Montevideo, 1963) es actor de cine, teatro y televisión. ​Comenzó a estudiar teatro con veinte años y rápidamente empezó a integrar elencos en Montevideo, mientras trabajaba como administrativo en un estudio contable. De gran versatilidad para interpretar diferentes papeles, se hizo conocido en el ambiente teatral y realizó algunos papeles para televisión, entre los que se destaca su participación en la serie Charly en el aire, de Montecarlo y Adicciones, de Teledoce .En 2003 protagonizó la película El viaje hacia el mar y en 2007 participó en Matar a todos. Ese mismo año se estrenó la película El baño del Papa, con la que obtuvo reconocimiento internacional y fue aclamado por la crítica. Desde entonces emprende una carrera cinematográfica meteórica en varios países

Un sabor de la infancia
El refuerzo de mortadela. Mortadela era el único fiambre que mi padre vendía en la “Provisión Celso”, por lo tanto mortadela era el fiambre que se comía en casa casi todo el tiempo. Para comer jamón o paleta había que ir a comprarla a la panadería.

Una manía confesable
Persignarme al entrar a una iglesia, aunque no creo demasiado en el asunto.

Un amuleto
No tengo un amuleto al que le crea, pero de todas formas y por las dudas sobre la puerta de calle tenemos una meiga gallega de cerámica, chiquita y protectora.

El último libro que leí
El conde de Montecristo.

Una película que me marcó
¿Una? Un montón: El Padrino, La Strada, Bye Bye Brasil, Tiempo de revancha, Tiburón…

Algo que evito
El enfrentamiento agresivo.

Si pudiera volver a empezar sería
Actor o artista plástico.

Un lugar para vivir
Hay varios que imagino posibles: Parque del Plata es uno, Buenos Aires, Galicia toda, Galicia más cerca de la casa de mi madre, Madrid… Lo cierto es que vivo en Montevideo y no está mal.

Un lugar para volver
Venecia. Estuve solo dos días y tuvo gusto a nada.

Una materia pendiente
Exponer mis dibujos, tal vez lo consiga este año.

Un acontecimiento que cambió mi vida
En el año 82 mis padres se volvieron a España y se llevaron a mis hermanos. Yo decidí quedarme.

El escritor definitivo
Ni la menor idea. ¿Habrá apenas uno?

Algo que jamás usaría
Zapatos de plataforma, salvo en alguna película.

La última vez que pensé “tierra, trágame”
La última no sé. Pero hace un montón de años y  por causa de una borrachera,  un amigo me hizo creer que había sido grosero con una chica. No sabía donde esconderme, porque la piba era cómplice y se sumó a la broma haciéndose la ofendida. No fue demasiado tiempo pero tuve ganas de evaporarme.

El lugar más feo del mundo
¿El corazón de unos cuantos líderes mundiales?

Una rutina placentera
Recibir el saludo de mi perra Kika todas las mañanas.

Una extravagancia gastronómica que frecuento
Hacerme filloas con dulce de leche cada vez que me vienen las ganas.

Una canción que aún me conmueve
Te abracé en la noche, de Cabrera. Hay más.

Un restaurante que nunca falla
No como demasiado fuera de casa. Para no escapar a la pregunta diría Maruja, allá en la Ferreira y la 15 de Parque del Plata.

Algo que cambiaría si pudiera
La cabeza de unos cuantos lideres mundiales.

El valor humano que más admiro
La bondad.

Una última palabra
Podología.