En la zona nororiental de la Península Ibérica, en Catalunya, se encuentra la comarca del Alt Empordà. En ella se extienden los Aiguamolls de l’Empordà, un parque natural creado en el año 1983 y que representa la principal zona húmeda del norte de Catalunya. Los Aiguamolls de l’Empordà se ubican en la plana ampurdanesa, en la zona litoral entre la desembocadura del río Fluvià y el río Muga. El territorio se caracteriza por el cultivo de cereales como el maíz y de árboles frutales como el manzano. Además, ahora que la primavera hace acto de presencia en el hemisferio norte, los campos de plantas como la colza envuelven de color amarillo el paisaje.
El centro de información de este parque natural, El Cortalet, se encuentra en el municipio de Castelló d’Empúries. Desde El Cortalet empiezan algunas de las rutas principales para descubrir el parque, a pie, en bicicleta o a caballo, y que muchas veces se inundan de forma transitoria debido a su proximidad al mar. Esto da como resultado una diversidad y genuinidad de las especies de fauna y flora que se pueden observar, algunas de ellas migratorias, y de los ambientes que integran esta zona húmeda. Por ejemplo, el paseo desde El Cortalet hasta la playa de Les Llaunes permite visualizar las cigüeñas y sus nidos, a la vez que los observatorios que se ubican a lo largo del recorrido son un viaje a través de la gran variedad de especies de aves y patos que habitan el parque.
En este itinerario es interesante subir a la torre Senillosa, en Mas del Matà, un observatorio desde donde no solo se ve la majestuosidad del parque sino también el territorio ampurdanés. Además, el paseo desde El Cortalet a Les Llaunes se puede complementar con el itinerario literario que está inspirado en la obra de Maria Àngels Anglada y que combina los valores culturales y naturales del paisaje. Son también recorridos interesantes el itinerario natural del Fluvià, el cual sigue el margen derecho del río hasta las dunas de la playa, a orillas del Mar Mediterráneo, y el paseo hasta los Estanys Europa, en el margen derecho del río Muga, para observar los pastos de vacas que hacen la siesta bajo un manto de nubes que se preparan para un día de lluvia.