Pablo Thiago Rocca (Montevideo, 1965) es poeta, escritor, investigador, curador y crítico de arte. Licenciado en Ciencias de la Comunicación e integrante de Asociación Uruguaya de Críticos de Arte (filial de AICA). Por su labor literaria recibió el Premio Nacional de Literatura en la categoría Ensayo de arte en 2004, el Premio Municipal de Poesía de la IM en 2008 y el Premio Onetti en la categoría poesía en 2019. Es director y curador del Museo Figari de Montevideo
Un sabor de la infancia
Helados de limón casero.
Una manía confesable
Chocolate en los momentos de estrés.
Un amuleto
No tengo, por aquello que dijo Umberto Eco: «La supertición trae mala suerte».
El último libro que leí
Poemas de D.H Lawrence.
Una película que me marcó
«Stalker» de Andréi Tarkovski.
Algo que evito
Aglomeraciones humanas (desde antes de la pandemia).
Si pudiera volver a empezar sería
El mismo, ¡pero más joven!!
Un lugar para vivir
Salinas, donde vivo.
Un lugar para volver
San Gimignano… la Toscana.
Una materia pendiente
Aprender más idiomas
Un acontecimiento que cambió mi vida
Mis hijas.
El escritor definitivo
Cesare Pavese.
Algo que jamás usaría
No tengo mucho sentido de la elegancia. De modo que no sé qué responder…
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Cuando felicité efusivamente a un conocido por el embarazo de su esposa, pero se habían separado muy abruptamente y ella tenía una relación nueva, por lo que estaba esperando un hijo de su nueva pareja.
El lugar más feo del mundo
En todo lugar donde se da la pobreza extrema y el dolor físico. Por ejemplo, las cárceles, los feedlot y los mataderos.
Una rutina placentera
El mate todas las mañanas.
Me aburre
Las películas de Marvel y los trancas burocráticas.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Uva moscatel con queso (costumbre que heredé de mi abuela catalana).
Una canción que aún me conmueve
«Absolute beginners» de David Bowie cantada por Tiago Bettencourt.
Un restaurante que nunca falla
No tengo conocimiento sobre el tema.
Algo que cambiaría si pudiera
La ceguera de los poderosos de la Tierra.
El valor humano que más admiro
La capacidad de amar.
Una última palabra
De veras lo intenté.
