Gustavo Iribarne (Montevideo, 1954) periodista, escritor, crítico cinematográfico. Director artístico del Festival «Piriápolis de película». Acaba de editar el libro de relatos Infierno vacío (Editorial Ginko)
Un sabor de la infancia.
Galletitas «María».
Una manía confesable
Mirar de reojo para ver qué está leyendo una persona que se sienta al lado mío.
Un amuleto
Piedritas y caracolas de Punta Colorada.
El último libro que leí
«Esperando el año pasado» de Philip K. Dick.
Una película que me marcó
«La noche del cazador» de Charles Laughton.
Algo que evito
Discutir por estupideces. Lo aprendí con los años.
Si pudiera volver a empezar sería
Más prudente.
Un lugar para vivir
Montevideo.
Un lugar para volver
Paris.
Una materia pendiente
Filmar una película.
Un acontecimiento que cambió mi vida
El nacimiento de mis hijos.
El escritor definitivo
Shakesperare.
Algo que jamás usaría
Un sombrero de copa.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Cuando hice un comentario bobo sin percatarme que la persona involucrada estaba al lado mío.
El lugar más feo del mundo
Dicen que es Chernóbil.
Una rutina placentera
Merendar escuchando música o viendo televisión.
Me aburre
El discurso vacío de algunos políticos.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Ninguna. Soy un comensal standard.
Una canción que aún me conmueve
Muchas. Una de ellas: «You are so beautiful», en la versión de Joe Cocker junto a Pavarotti.
Un restaurante que nunca falla
La perdiz.
Algo que cambiaría si pudiera
Eliminar asentamientos. Vivienda digna para todo el mundo.
El valor humano que más admiro
La bondad.
Una última palabra
Es cierto: Todavía no está todo dicho.