Juan Matías Loiseau, más conocido como Tute (Buenos Aires, 1974) es humorista gráfico. Hijo mayor del historietista Caloi (Carlos Loiseau). Desde 1999 publica en el diario La Nación, una página en su revista dominical y el cuadro diario Tutelandia en la contratapa. Sus dibujos también se publican en diarios del exterior (México, Colombia, Perú, Nicaragua, Ecuador, Honduras, Costa Rica, Panamá y Estados Unidos). Es el creador de Batu, el personaje de la tira gráfica que tiene varios libros y saltó a la pantalla en micros televisivos (Paka paka), y de Trifonia & Baldomero. Lleva 20 libros publicados en Argentina y algunos en España, Francia, México y Brasil. En 2014 publicó su primera novela gráfica: Dios, el Hombre, el amor y dos o tres cosas más, con prólogo de Quino, quien destacó a Tute como el mejor humorista gráfico de los últimos años. En 2019 salió su novela gráfica Diario de un hijo (Sudamericana), en la que cuenta su historia desde su nacimiento hasta la muerte de su padre (Caloi). Junto al enólogo Marcelo Peleritti lanzó el Malbec Tute (con cápsula y etiqueta íntegramente dibujadas).
Un sabor de la infancia
Figazas de manteca con queso fresco.
Una manía confesable
Escuchar una misma canción de forma continua.
Un amuleto
No tengo.
El último libro que leí
Las Malas, de Camila Sosa Villada.
Una película que me marcó
Aniceto, de Leonardo Favio.
Algo que evito
El ruido.
Si pudiera volver a empezar sería
El mismo.
Un lugar para vivir
Acá está bien.
Un lugar para volver
Barcelona, Lisboa.
Una materia pendiente
Hacer un largometraje.
Un acontecimiento que cambió mi vida
La muerte de familiares.
El escritor definitivo
Jorge Luis Borges.
Algo que jamás usaría
Jamás digas jamás.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Nunca pensé esos términos.
El lugar más feo del mundo
El subte en hora pico.
Una rutina placentera
La fiaca.
Me aburre
La sabiondez.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Corazones de alcaucil.
Una canción que aún me conmueve
Ojalá, de Silvio Rodríguez.
Un restaurante que nunca falla
El Refuerzo, en San Telmo.
Algo que cambiaría si pudiera
El temita de la muerte.
El valor humano que más admiro
La nobleza.
Una última palabra
FIN.
