Elián Stolarsky (Montevideo, 1990) artista visual e ilustradora. Egresó del Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes en 2015. Inclusive con incursiones y aportes en áreas tales como la poesía y el teatro ha explorado con su trabajo múltiples facetas de la vida e historias de sus antepasados.
Un sabor de la infancia
Los fines de semana con mis padres y mi hermana yendo a comprar un helado de la ya no existente heladería Parmalat. Chocolate granizado, pintor de labios, Villa Biarritz paseo de domingo. Felicidad absoluta.
Una manía confesable
Ver las series de un tirón, no poder tolerar la espera de un final que no llega (por eso casi no veo series, para asi los fines de semana salgo de casa)
Un amuleto
Un número muy específico que me acompaña siempre y que prefiero mantener en secreto.
El último libro que leí
Anne Anceline Schutzenberger «Exercices practiques de Psychogénéalogie», intercalado con Leo Masliah «La tortuga y otros cuentos»
Una película que me marcó
Son demasiadas, las películas me afectan hasta el hueso. Imposible no citar «No matarás», «la doble vida de verónica» de Krzysztof Kieslowski…casi todo de él en resumidas cuentas.
Algo que evito
Tomar un metro si tengo que hacer cambio de parada entre medio. El alcohol tampoco me gusta.
Si pudiera volver a empezar sería
Cantante o cirujana. Intérprete, bailarina o actriz.
Un lugar para vivir
Madrid, Amberes, Berlin y en un futuro Montevideo
Un lugar para volver
Madrid, Amberes, Berlin y en un futuro Montevideo
Una materia pendiente
Saber tocar el contrabajo, seguir estudios de matemáticas en la universidad.
Un acontecimiento que cambió mi vida
Mi primer viaje a Europa.
El escritor definitivo
Dios.
Algo que jamás usaría
El color amarillo, el acento español para pronunciar las «y» y «ll», «nata» en los postres.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
No recuerdo nada en concreto pero seguro alguna de mis metidas de pata por hablar hasta por los codos y hasta con los codos.
El lugar más feo del mundo
Creo que tengo olvido selectivo. De los lugares no vividos una ciudad bajo tierra o una cárcel.
Una rutina placentera
El desayuno de un café con leche y dos tostadas. Lo único que se mantiene igual en mi vida desde hace años.
Me aburre
La televisión en general y las conferencias por videollamada.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Gyozas de carne me salvan varios almuerzos. Y después todo lo que tenga queso o chocolate (sí, asi de chabacano es mi paladar).
Una canción que aún me conmueve
Eduardo Darnauchans «He olvidado la noche»
Un restaurante que nunca falla
No suelo repetir restaurantes pero aquí en Madrid Trattoria Pulcinella me ha gustado mucho, allá en Montevideo me quedé con ganas de probar De Morondanga Bar
Algo que cambiaría si pudiera
De mí o de mi contexto? Hay tanto…sino no sería artista.
El valor humano que más admiro
La bondad, esa que no pide nada a cambio y que acepta recibir, que no es inocente pero vive y cree como si lo fuera (aclaro para que no se confunda con modestia y/o falsa humildad)
Una última palabra
Siempre