“Madonna. Una biografía”: un canto épico a la diosa pop | José Arenas

 

El primer recuerdo que tengo de Madonna, en la niñez, es el de la artista encarnando a Evita y la polémica generada en Argentina. Yo tendría unos seis o siete años. Y lo extraño es que me ha quedado apretado en la memoria sin que en aquel entonces yo supiera exactamente quién era Madonna o quién era Evita. Dos nombres de mujeres fundentes en lo suyo tomando por completo el recuerdo de un niño cualquiera. Absurdamente, otra imagen ligada a esta polémica, es la de Roberto Galán –el mítico casamentero argentino- indignado porque Madonna, una mujer de dudosa ética y fervorosas performances con su música sexy encarnara a la Santa argentina. Luego, a los pocos días, el mismo Roberto Galán y otros famosos saludando con la comisura babeante y los ojos llenos de brillo a Madonna y demás protagonistas del film de Alan Parker. Seducción, pura seducción.

El tiempo sigue y supe de Madonna siempre, de sus aleteantes besos con otras famosas, de sus escándalos religiosos, de sus mega conciertos en tal o cual lado. Pero ¿y su música? Mi corazón dark estaba navegando otras aguas y, atolondrado y joven, andaba lejos de encontrarse con las melodías de esta matriarca pop. Confieso, para mi oprobio, que me encontré de prepo y en dosis letales con lo que hacía la ídola una noche, hace varios años, en la casa de la escritora Natalia Mardero –irremediable fan de Madonna- cuando la visitamos con mi amigo, el actor Braulio Marchisio –otro irredento- entonces, quisiera o no, vi tres DVD´s de golpe de diferentes hitos de la cantante. No sé si por la vía casi intravenosa en la que me introdujeron al universo Madonna o por lo extraordinario de sus espectáculos, pude formar parte modesta –por respeto a sus fans- de una fila de admiradores.

Biografías y documentales sobre Madonna no faltan. Pero quizá lo que sí faltaba era “el cantar de los cantares” sobre la diva. A lo mejor faltaba su rapsodia, su “Eneida”, el canto popular y trasngeneracional a la diosa. Le faltaba su “Chanson”, su “Martín Fierro”, y bueno, apareció.

Madonna. Una biografía(Plan B. 2021. 144 Págs) es una obra de Los Prieto Flores (Borja Prieto y Natalia Flores) junto a la artista visual Isa Muguruza, quienes, en tríada imbuida por el encanto de la “indiscutible reina del pop” crean una “oda”, como ellos le llaman, sobre la vida y obra de una de las mujeres más importantes para el panorama artístico y social del Siglo XX.

Con total desparpajo y orgullo crean un canto a los hitos, a los logros, a las batallas de Madonna bajo una estética especialmente cuidada. El texto concreto, bien logrado y bailarín, feliz, junto a las ilustraciones hace realmente una biblia ilustrada y hereje para la santa más diabla de todas. La mujer que tiene admiradores y detractores en partes iguales. Una figura que no posee otra referencia más que a sí misma. Madonna es una de esas figuras que un día se concibió, se embarazó, y se parió. Todo a solas, sin otras armas que la ambición, el intelecto y el carisma. Líder carismática, cantante pop, mujer inmortal, ícono LGTBIQ+, monstrua que todo lo puede. Todas las “Madonnas” están en este perfil aparecido hace pocos días.

Al respecto y de forma ultramarina, hablamos con Los Prieto Flores.

Leyendo la biografía, da la sensación de que, con los trabajos de Isa Mugurusa, no se trata de un “libro ilustrado”, sino que las imágenes forman parte importante de la narrativa…

Borga Prieto y Natalia Flores

Borja: Por supuesto, esto es casi un cuento. Nuestra obsesión era hacer una especie de guía iniciática para la gente que, bueno, ya había sido fan de Madonna o que la conocía, y que pudieran adentrarse un poco más en su mundo, y para que los que no la conocían lo hicieran también. Y para nosotros fue muy sorprendente cuando fuimos recibiendo las ilustraciones, porque nuestra idea era un cuento, y las ilustraciones, creo, que permitían, un poco, viajar. Nosotros tenemos niños, y hay muchos libros donde el texto es importante pero las ilustraciones son re importantes también. Y aquí yo creo conseguimos el equilibrio, porque hay un trabajo descomunal detrás de Isa, un trabajo de una chica que tiene 27 años, que ella no ha crecido como nosotros con Madonna. De hecho ella es fan de Lady Gaga y de Katy Perry, y su primer contacto con Madonna fue ver en la televisión cuando se dio el beso con Britney Spears, que salió en las noticias. Y nos gusta mucho su proceso creativo porque la tipa, a medida que iba leyendo, se iba viendo todos los videos de YouTube, todas las notas, editoriales de moda. Iba haciendo una investigación que, quizá alguien que hubiera conocido a Madonna no hubiera caído tan en eso. Hay mucha atención al detalle. Es un complemento perfecto para nuestra intención de hacer un cuento sobre Madonna.

Natalia: Isa nos contaba que a medida que iba leyendo la biografía se iba poniendo los videos. Porque para Isa, Madonna es como un ícono de la música y de la cultura popular, pero no estaba tan puesta al día de, bueno, de sus videos, de sus clips y tal. Entonces creo que está interesante esta parte que hizo ella de, como, a nivel narrativo, pues darle una atención al detalle, al gesto, a su mirada, que está buenísimo.

A lo largo de la historia, ¿Madonna es una figura donde han confluido muchas mujeres en una sola o es siempre la misma?

Isa Muguruza

Natalia: A ver, yo creo que, evidentemente lo interesante, que también se ve a nivel de ilustración en el libro, es que Madonna tiene muchas caras. La biografía que hicimos es una biografía corta y nosotros decimos que es nuestra Madonna personal. Por ejemplo, en el libro le dedicamos una parte a la “Evita” de Madonna (1996), que si lo piensas desde el punto de vista europeo y de España no es tan importante, y sin embargo, para mí, que soy argentina, pues, haber nacido en Argentina y haber vivido la llegada de Madonna con Alan Parker y con Antonio Banderas fue como ¡wow¡, un boom. Pero lo que tiene Madonna es que, realmente, cada uno se puede crear la propia. Es como “Elige tu propia aventura”, “Elige tu propia Madonna”. Cada uno puede hacerse la Madonna personal que más le guste porque tiene muchísimas caras, es súper interesante, su vida artística es riquísima. Pero también si lo encaras desde el punto de vista feminista, o desde el punto de vista profesional, o desde el punto de vista político, también tiene muchísimas caras. Lo mismo te hace un “Erótica” (1992) y un “Sex” (libro del mismo año), que luego te hace a una señora como es Evita. Entonces en Madonna confluyen muchísimas personas que ella misma dice “soy todas ellas”. Hay una anécdota que contamos en el libro de cuando está pensando el nombre de la gira “¿Quién es esa chica?” (1987), se vio en el escenario, en un ensayo, a sí misma y se dijo “claro es que la gente tiene muchísimas imágenes mías y se pregunta ¿quién es esa chica?, pero es que soy todas ellas”.

Borja: Y hay una cosa interesantísima que es uno de los grandes secretos de la inmortalidad de Madonna. Es que, precisamente, la capacidad que tiene ella para mutar y para convertirse en otro personaje es lo que la ha hecho eterna y es lo que le ha permitido estar, durante cuarenta años, resistiendo artistas, resistiendo tendencias, y eso para nosotros es como un hecho único. El que haya sido una persona capaz de atravesar a tanta gente durante tanto tiempo sin perder la frescura y demás, aunque tenga tantos detractores o gente que dice que, bueno, que ya está gagá, yo creo que es algo único que responde a esa capacidad de mutar. Además, Madonna, realmente es una mezcla de muchas cosas, una persona que tiene una habilidad extraordinaria para, cuando va a hacer un disco, ya saber quién va a hacer las fotos, quién la va a vestir, cuál va a ser el concepto que va a estar explotando durante este nuevo disco. Entonces eso creo que, sobre todo para nosotros que venimos del mundo del marketing y hemos trabajado en discográficas, es algo como que, normalmente, ella lo hace con su equipo pero es ella el epicentro. Y para replicar eso en otro artista se necesita casi un ejército de personas.

¿La biografía es una especie de reivindicación de Madonna?

Borja: Bueno, ya has visto que el tono de la biografía es excesivamente entusiasta como somos nosotros.

Bueno, ustedes advierten que es un libro de súperfans…

Natalia: Es una oda. Porque pensábamos que ya que vamos a hablar de Madonna y en un formato de libro corto, pues vamos a hablar de sus hits, no solamente de sus hits musicales, sino de sus hitos. Ha hecho tanto, tanto, tanto, que no es un libro sesudo hablando de sus contradicciones que por supuesto que las tiene, evidentemente. Es un libro donde, un poco, lo que venimos a decir aquí es que Madonna, para nosotros, ha sido como la primera artista mujer que tuvo un impacto cultural a nivel mundial. Entonces, claro, el crecimiento de Madonna se da de la mano del fenómeno MTV y ella llega, porque sabe qué tuercas apretar, a todos los rincones del planeta. Entonces, en ese sentido nos parece que marca un camino. Por eso se dice “la matriarca del pop”, porque antes que ella ha habido artistas súper importantes, pero ella es una artista global que le marca el camino lo mimso a Britney Spears que a Christina Aguilera que a Shakira en Latinoamérica.

Borja: Está clarísimo. La intención era esa. Hay un par de cosas aquí a comentar. Nosotros tenemos un montón de biografías y sabemos que Madonna tiene detractores y amantes a partes iguales y para nosotros era importante este tono porque el libro tiene este carácter iniciático, si me pongo así en modo sectario. Yo recuerdo una anécdota que ya hemos contado, de estar en casa cenando con los niños y preguntar “chicos, ¿sabéis quién es Madonna?” y ninguno contestó salvo uno que dijo “sí es una que una de sus canciones suena en Stranger Things”. Entonces nos dimos cuenta de “bueno, somos viejos, no pasa nada” y también de que hay una especie de momento casi de justicia poética nuestra, digamos, que nos ha ofrecido la oportunidad de decir “oye, aquí está esta mujer que, aunque hay mucha gente fan de Lady Gaga, Katy Perry y demás, tiene esta matriarca Madonna que casi lo inventó todo”. Entonces, como esa era la concepción del libro la única dirección era la oda. Nosotros, la hemos vivido y sentido desde que éramos pequeños, desde que teníamos diez o doce años y ella empezaba. También esta colección de libros que hay a mí me sirven mucho porque somos unos chalados de la cultura del pop. Hay libros de Bowie, de Freddie Mercury, hay libros que ahora están saliendo en España de Basquiat, de Frida Khalo, y me parece que es muy interesante esta fórmula de libros introductorios a un personaje que luego si te atrapan, tienes un universo gigante. Entonces en ese punto de “bueno voy a acercarme al personaje”, el acercamiento no tiene que ser como… nosotros no vemos en Madonna todas esas cosas malas, nosotros vemos lo que hemos puesto en el libro.

Natalia: Es verdad, además ella lo dice, a Prince o a Bowie, no se le hicieron los mismos cuestionamientos que a ella. Ella era súper fan de Bowie y cuando lo vio cuenta que entendió que no había algo así como “lo masculino” y “lo femenino”, pero luego dice “yo por ser mujer sí que me enfrenté a reglas” a las que los otros no se enfrentaron. Entonces, por ser ella una mujer en la industria de la música, por hacer ella un montón de cosas primero, sí que se ha enfrentado a distintas cosas que artistas hombres no tuvieron que pasar.

La biografía, además, rescata otros aspectos. Cómo ella ha sido modelo de otras cantantes, pero también de la colectividad LGTBIQ+. La bio, ¿hace de la estética una ética?

Natalia: Total. A nosotros, cuando nos paramos a pensar a Madonna y revisarla en nuestras cabezas, porque es una artista contemporánea a nosotros, que ambos tenemos cerca de cuarenta, miramos para atrás y dijimos ¡wow!, vale, aparte de todo lo que hizo a nivel musical, aparte de todas las tendencias que marcó a nivel estético, muchos de nosotros vimos por primera vez dos tíos besándose gracias a Madonna, nosotros escuchamos hablar del Sida gracias a Madonna, o sea que, realmente, ha sido como muy militante. Y si tú piensas un poco en los artistas de ahora, intentan separarse y alejarse lo máximo posible de cualquier tema que sea un poquito político “a ver si todavía me van a tildar de esto o aquello”. Sin embargo Madonna con el tema del Sida salió desde un primer momento a decirte “este no es un problema de la comunidad gay, es un problema de todos, no tenéis que estigmatizar solamente a un colectivo”, y ella misma incluyó folletos en uno de sus discos y se puso a hablar del Sida, de prevención. Lo mismo ha sido muy activa con el feminismo, con muchos temas ha sido políticamente muy activa.

Borja: La primera vez que yo fui consciente de lo que era el Sida, obviamente sabía lo que era, pero cuando te lo dijo ella dices “joder, no es algo que solo pueda afectar a homosexuales, también me puede afectar a mí”, entonces en esta época tan descafeinada poniendo la vista atrás, con perspectiva histórica, tiene toda la parte artística y musical, pero también este activismo social y político enorme, y eso se va a reconocer algún día.

Natalia: En “Like a prayer” (1989), que es uno de sus discos más importantes, es donde ella incluyó el folleto del que hablábamos que se llama “The facts about AIDS”. La gente tiene esta visión de Madonna como un producto de la industria y, realmente, cuando mirás para atrás decís “no, todo lo que ha querido hablar lo ha hablado, lo ha dicho, y además se ha posicionado políticamente”, lo cual se agradece mucho.

Borja: Además es una mujer completamente hecha a sí misma. Que, bajo un concepto, lanzada ahí en New York, en los 80´, que es una ciudad que te absorbe, ella se construyó su propia figura. O sea, ella, andaba de bar en bar, de discoteca en discoteca, dándole a los Dj´s su cinta, “Everybody”, porque sabía lo que estaba pasando. Y su sello discográfico no era ni Sony ni nada, era Sire Records, que sacaba a Los Ramones, a los Pretenders, ya los Talking Heads, o sea que hasta para eso es como especial. Entonces dices “Madonna es una especie única”, no hay nada parecido. Y no sé si se le ha hecho de menos, pero el ser mujer, le ha quitado el foco de donde merecía. Y ha sido su empuje y su ambición lo que le ha hecho mantenerse ahí.

Entonces, más que un producto de la industria, ella domó a la industria para sí misma…

Borja: Y además, mostrando una sabiduría de cómo se maneja la industria que es apabullante. Si te fijas, en el libro, hay una serie de estrategias y de momentos que ella utiliza en su beneficio y que, al final, se convierten casi en hitos mundiales. No sólo controla lo que está pasando, y sabe de la parte estilística, y como co-escribe las canciones y las co-produce, sino que tiene la cabeza suficiente para decir “oye, vamos a coger esta polémica para sacarle provecho, para darla vuelta”. Es la bomba.

Esta “literatura de fans”, ¿es una forma de compartir a Madonna, pero al mismo tiempo de apropiársela?

Natalia: Sí. Es un poco lo que te decía antes. Es una forma de contar nuestra Madonna, o si nos ponemos en rol de padres, es cómo les contaríamos Madonna a nuestros hijos, evidentemente. Es nuestra propia Madonna, realmente, la que ponemos en el libro. Hay cosas que nos quedaron fuera, pero es que es inabarcable.

Borja: Nosotros, por cómo somos y las cosas que hacemos, somos incapaces de ponernos en la piel de un biógrafo, más standard o más serio, porque no podríamos darle nuestro enfoque y porque no nos saldría. Entonces, cuando hablábamos con nuestro editor, nuestra idea principal de hacer este libro no era exactamente sobre Madonna. Nuestra idea era hacer un libro que se llamara “Ídolas” y que recogiera, un poco, todas las chicas, mujeres, bandas de chicas, que nos han marcado a nosotros personalmente. Obviamente Madonna era una columna vertebral en todo esto aunque había artistas mucho más oscuras y demás, pero cuando nos oyó hablar un poco de las cuatro cosas que pensábamos de Madonna, nos dijo “hay que hacerlo sobre ella”, entonces, pues, adelante. Y no podría haber salido de otra manera, porque nosotros tenemos un montón de biografías suyas, mucho más completas, de 500, 700, páginas. Y hay un punto que no nos interesaba, que es el punto que aquí llamamos “amarillista”. La idea era tratar de reducir, que ya me parece misión imposible, a lo básico y transmitir el recuerdo vivo, porque todavía está viva, de esta artista. Va un poco por ahí.

 

José Arenas (Montevideo, 1989) se formó en literatura en el Instituto de Profesores Artigas. Es letrista de canciones, compositor, poeta y escritor, además de performer y gestor cultural.