Los vinos salvajes de Nakkal | Alva Sueiras

Imagen: IG Proyecto Nakkal

Cuenta una leyenda que habita dentro de otra leyenda –la de la sumergida ciudad de Atlántida– que los guerreros Nakkal eran los guardianes de la ciudad perdida y usaban la no acción como filosofía para que el orden se instalara de forma orgánica. El relato, alimentado por oscurantistas y románticos, cautivó a un trío de amigos que un buen día soñaron con la no acción como método. Es así como los enólogos Santiago Degásperi (Bodega Oceánica Jose Ignacio), Bruno Bresesti (Bodega Bresesti) y Nicolás Monforte (Bodega Colorado Chico) eligieron Nakkal como nombre para un proyecto vitivinícola del que nacieron, en 2020, sus primeros vinos de mínima intervención. 

La idea de los tres enólogos es que la uva se exprese de forma orgánica y salvaje, con un manejo del viñedo orientado a la conducción y no tanto a la intervención. En Nakkal no se usan sulfitos, ni se agregan químicos ni se recurre a la madera. Las levaduras son nativas y se integran de forma espontánea. Como resultado se llega a vinos algo más inestables a los que estamos acostumbrados, pero con una fuerte impronta y personalidad. Los Nakkal son los niños distintos de la clase, que se criaron en un país exótico y sorprenden a los otros niños, por la inusitada libertad y lo genuino que se desprende en sus distintas manifestaciones.

Los primeros vinos del proyecto vieron la luz en 2020. Los conocí gracias a las recomendaciones de Andrea López, sommelier tras el emprendimiento El parral de Antonio, que apuesta por vinos naturales y de mínima intervención. En su primer año en el mercado, Nakkal salió con dos líneas. De un lado están los Pet Nat, abreviatura del término francés Pétillant-Naturel, referido a espumosos elaborados bajo el método ancestral, sin agregados, embotellados sin filtrar y con levaduras vivas para que la fermentación finalice en botella, generando una pungencia natural. Al no proceder al clásico degüelle, las levaduras inactivas, una vez finalizada la fermentación, quedan en botella generando un precipitado residual y cierta turbiedad. De otro lado están los tintos, elaborados en pileta de fermentación abierta, con dos trasiegos que siguen los ciclos lunares. Una vez embotellados, se sellan con un tapón de polímero de caña de azúcar biodegradable que posee una inyección de nitrógeno que inertiza el ambiente. 

Nicolás Monforte, Bruno Bresesti, Santiago Degásperi. Imagen: IG Proyecto Nakkal

 

Simple Pet Nat Orange 2020. Sauvignon blanc. Las Brujas, Canelones.
El Pet Nat Orange es un vino amarillo anaranjado que presenta cierta turbiedad producto del no degüelle. Destacan las notas a frutas tropicales con un ligero toque floral. Presenta una pungencia leve y grata en paladar, con una acidez marcada y un amargor agradable que persiste en boca. Ideal para acompañar pescados ahumados y grasos, como el salmón y quesos con personalidad, como los azules.

Simple Pet Nat Rosé 2020. Tannat. Las Brujas, Canelones.
De un tono salmón pálido, el Pet Nat Rosé es muy disfrutable en nariz. Desprende aromas envolventes a fruta roja. En boca es simpático, de gasificación liviana. Es ideal para acompañar fiambres como el pastrami o el prosciutto y pastas servidas con frutos de mar. 

Suelto 2020. Merlot. El Colorado, Canelones.
De un rubí intenso, límpido y vivaz, el merlot Suelto es uno de los grandes descubrimientos de 2020. En nariz hipnotiza con aromas a fruta roja en compota y violetas. En boca es carnoso, salvaje y seductor. Recién salido al mercado era irresistible, tras varios meses en botella, mantiene fiel su esencia. Para tomar solo o acompañado de una lasaña o una pasta con tuco casero de tomates, si son de temporada y orgánicos, mejor.

Suelto 2020. Tannat. El Colorado, Canelones
El paso de varios meses en botella le ha sentado muy bien a este tannat rubí, amable y jovial. En nariz se disfruta del aroma a fruta madura y flores secas. En boca es expresivo, equilibrado y cordial. Con unas empanadas cordobesas, quita el sentido. Con una carne a la parrilla, bien a la uruguaya, resulta un compañero sinigual. 

Imagen: IG Proyecto Nakkal

Hay que estar atento a las novedades del año. La joven e inquieta trinca de enólogos, en su permanente búsqueda, está manejando parcelas antiguas abandonadas y asilvestradas. El año traerá, además de los tintos marselán, merlot y tannat, un vino naranja de muscat ottonel, un blanco de corte con sauvignon blanc y viognier, un tinto de maceración carbónica y el entierro en tinaja de barro de un tinto de maceración larga. Las sinergías crecen en Nakkal y traerán también un Pet Nat de manzanas orgánicas con una nueva marca de sidra local y un vermú natural en alianza con Rooster. Estos jóvenes valientes y disruptivos, además de traer creatividad y frescura, derrumban barreras y proponen no solo la recuperación de formas antiguas de hacer vino, también un espíritu colaborativo que le hace mucho bien al universo del vino local. 

Los vinos del proyecto Nakkal, entre otros de mínima intervención, se pueden encontrar a partir del lunes 22 de marzo en:

El parral de Antonio
Espacio Buena Vista
Juan Pablo Laguna 3438 (esquina Marco Bruto)
De lunes a viernes de 12:00 a 20:00 h (modo tienda) de 20:00 a 23:00 (modo bar). Sábados de 19:00 a 00:30 h
Mail: elparraldeantonio@gmail.com
IG y Facebook: el parral_uy
Cel: 097 547 201