En 1960, comienzo de la “década de los 60”, inauguramos esta designación que dejaba conforme a todos los militantes universitarios. Luego se fue enriqueciendo pues también se designó como “semana de la cerveza, de la vuelta ciclista” etc.
El Uruguay es el único país en el mundo que a la Semana Santa se le llama de Turismo. Uno no se cansa de explicar, en el extranjero, el origen de esta peculiaridad. Además, no pueden entender como toda la semana es (era) feriado. No lo es en países como España e Italia. No lo es en El Vaticano, donde el feriado es el viernes y sábado. Claro, luego en Europa, el lunes siguiente es La pascueta, o sea feriado.
Precisamente el 4 de abril de 1920 se celebraba por primera vez la Semana de Turismo en Uruguay como resultado de una ley que así lo determinó. Los dos nombres se mantuvieron indistintamente, pero la originalidad sigue vigente hasta hoy. Luego se agregaron varias denominaciones más.
Curiosamente al cumplirse 100 años de aquella primera vez, hoy no tenemos Turismo, la Semana Santa en cuarentena y las otras designaciones ni mencionarlas se puede.
La Semana Santa, en Uruguay de Turismo, comienza a los cuarenta días de Carnaval. En la liturgia cristiana a este tiempo se le llama la Cuaresma. Es decir, son 40 días de ayuno y abstinencia en preparación a la semana principal, en la tradición cristiana, donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús, el Cristo.
La cuarentena tiene su origen en un número bíblico que señala la “totalidad” del tiempo. Cuarenta años peregrinaron los judíos por el desierto, antes de llegar a la tierra prometida. Cuarenta días ayunó Jesús en el desierto antes de entrar a predicar el Evangelio (la Buena Noticia). Cuarenta días al año debían luchar los vasallos por su señor sin recibir paga, en la Edad Media. Cuarenta días se obligaba a los barcos a permanecer en alta mar antes de permitir el desembarco en el puerto. Esta cuarentena se hacía en la Isla de Flores, pues era imposible mantener a los pasajeros a bordo. Hoy esta circunstancia se transcurre arriba de los transatlánticos sin faltar comida y buenas diversiones.
También hoy transcurrimos nuestra cuarentena sanitaria antes de semana santa, la que desde hace 100 años le decimos de turismo. Esta es una cuaresma nacional y mundial. La pandemia del coronavirus nos obliga al recogimiento hogareño.
Desde hace siglos, en Europa, al finalizar el invierno (nuestro verano) se celebraban las “carnestolendas” la fiesta de la carne, la comida, la alegría, el bullicio. Eran tres días de carnaval. Ojo, en Uruguay un mes o cinco semanas. En el ímpetu de abolir la “religión” el carnaval invadía la cuaresma para que el pueblo olvidara la tradición cristiana.
En medio del miedo hoy esperamos que esto pase. En la historia de la humanidad las pestes que la asolaron fueron muchas. Algunas mataron a más de la mitad de la población y otra fueron de menor impacto en lugares reducidos. Hoy nos toca esta que podremos, quizás, contar a nuestros nietos. Estas trágicas circunstancias al desaparecer trajeron una nueva realidad.
Nosotros estamos en ese proceso. Volveremos del fondo de nosotros mismos, las características presenciales del trabajo habrán variado en muchos casos, habrá que retomar mercados perdidos y abrir nuevos.
Es de desear que cuando salgamos tengamos fuerzas para repensarnos y construir un mundo mejor: más humano, más próximo, más justo.
Montevideo, 4 de abril de 2020, a 100 años de la instauración de la Semana de Turismo
Jorge Scuro es un especialista en estos temas, Licenciado en Filosofía, ex director del Colegio Jesús María y Director fundador del CIPES. Esta nota se publica con autorización del autor. Fue publicada originalmente aquí.
La ilustradora Pilar González, con inmensa generosidad, también autorizó a Delicatessen.uy a publicar su dibujo.