Marzo | Margarita G. Telesca

escuela

Primer año. Túnica blanca, moña deshecha. Sandalias y pies negros de la tierra seca del patio de la escuela.

Suena la campana. Guardo los cuadernos en la valija de cuero heredada; todos forrados con papel y nylon.

Saltamos de los bancos de madera y corremos por las viejas escaleras de mármol, gastadas desde principios de siglo.

Afuera espera el heladero con sus barritas de anilina y hielo.

Camino a casa. Las baldosas flojas, la calle doble vía y la corrida apurada de cordón a cordón.

Subir la escalera del edificio saltando los escalones de dos en dos. La puerta sin llave. Dejar la túnica y hacer los deberes. La letra grande que ocupa todo el renglón y un dibujo que llena el resto de la hoja.

El aire del otoño que entra por la ventana, el balanceo de las hojas de los plátanos y las frenadas de los ómnibus de la calle.

La alegría del primer día de clase. La inocencia de la infancia.

Marzo.