Secretos para una vida sin tóxicos | Alva Sueiras

Alexx Stuart en la sesión de fotos para su libro

Una crisis de salud provocada por un recurrente -y aparentemente incorregible- brote de amigdalitis, fue el germen motivador para la divulgadora australiana Alexx Stuart. Obligada a pensar con creatividad tras el nulo resultado de unos antibióticos potentes, inició su camino, guiada por una naturópata, hacia una vida más saludable. Dejar de fumar fue uno de los primeros pasos. Depurar la alimentación y reducir el consumo de productos químicos, completó la primera etapa de un cambio progresivo hacia un modelo de vida donde el cuidado del cuerpo, el espíritu y el medio, ocupa un papel primordial.

Tras un aprendizaje que llevó, además de años, mucha dedicación y persistencia en la investigación, en 2018 Stuart publicó Low tox life bajo el sello editorial Murdoch Books. Un año más tarde, la editorial independiente Kōan lo tradujo al castellano y lo publicó para España y Latinoamérica bajo el título Vida low tox. Manual para vivir saludable en un planeta feliz. 

La autora propone un modelo de vida alejado de aquellos compuestos químicos que pueden tener un efecto nocivo sobre las personas y sobre el medio. Para ello, invita al lector a confrontar la aventura del cambio a través de cinco capítulos que abordan los distintos niveles de exposición a los que estamos comúnmente sometidos. El lenguaje cercano, asequible y gentil de Stuart, ejerce de bálsamo en un primer apartado destinado a meter al lector en escena. Esa suavidad en el tono será fundamental para incorporar cuanto está por llegar en los siguientes capítulos destinados al cuerpo, el hogar y la comida. Si bien resulta abrumador conocer la cantidad de productos de uso diario que pueden tener efectos perjudiciales para la salud, la autora propone sustitutos naturales e inocuos en todo momento. Desde ese prisma, el espíritu del volumen es constructivo, ya que aporta soluciones prácticas a los problemas que subyacen tras cada producto o utensilio de uso cotidiano.

 

Dentro de VIDA LOW TOX. MANUAL PARA VIVIR SALUDABLE EN UN PLANETA FELIZ

EL PROBLEMA DE LAS MICROSFERAS:

Se ensalzan sus propiedades «activas» de limpieza y exfoliación, pero lo que en realidad se esconde detrás de ellas es el 
plástico. Un plástico que a menudo contiene ftalatos y bisfenol A (BPA). Un solo tubo puede contener hasta trescientas 
cincuenta mil esferas de plástico que flotan sobre tu cara (puede que algunas se te metan accidentalmente en la boca 
-o no tan accidentalmente, cuando se encuentran en las pastas dentífricas-. No pasa nada, a estas alturas ya puedes reír 
y llorar a la vez. ¡Es del todo aceptable!) y luego se cuelan por el desagüe hacia las vías de agua y en el interior de los peces,
y a continuación regresan al mar y a nuestro plato de la cena, al vapor con jengibre y chalotas. 
No gracias. No tiene ningún sentido.

ALTERNATIVAS AL PROBLEMA:

Exfoliante facial para una aplicación:
1 cucharadita de perlas de tapioca o arroz molido grueso (debes obtener la textura de la polenta; usa una batidora buena),
2 cucharaditas de miel, 1-2 cucharaditas de agua caliente, o según se necesite. 
Mezcla la tapioca molida con la miel y añade el agua caliente si la miel es muy espesa. Masajéate la cara con el exfoliante, 
déjalo reposar un minuto y luego aclárate con agua caliente para conseguir una piel tan suave como la de un bebé.

Pasta de dientes:
Busca una natural que no lleve esos compuestos dañinos y conseguirás la limpieza sin las sorpresas desagradables. Podrás 
improvisar un sencillo dentífrico casero con dos cucharadas de aceite de coco, 25 gr de carbonato de calcio, 10 gotas de 
aceite de menta y 1 gota de aceite de clavo. Conserva en un bote pequeño y limpio. 

Stuart sugiere, apelando a la sensatez, cambios graduales que se adapten a la realidad económica y coyuntural de cada lector convencido. No se trata de cambiar de un día para otro todos los hábitos alimentarios, los productos de higiene corporal, los utensilios de cocina, ni toda la ropa de cama. Se trata de un proceso individual -o familiar-, que puede llevar años y que se puede adaptar a las voluntades y posibilidades personales. 

En el último capítulo titulado “Mente low tox”, la autora propone incorporar una serie de hábitos que apuntan a la plenitud individual, incluyendo técnicas de meditación, consejos para un mejor descanso e incorporación de actividades que invitan a estar más y mejor conectados con los seres queridos y con la naturaleza. 

Vida Low Tox. Manual para vivir saludable en un planeta feliz
Alexx Stuart
Editorial Kōan
Disponible en Librería del Mercado
259 páginas
$ 790