Hoy los mates son más cool. Los hay de todas formas, colores y materiales. Además de los tradicionales, también ahora se consiguen de cerámica y hasta de ¡silicona! ¿Cómo llegamos hasta aquí? En fin, serán cosas de la modernidad. A riesgo de ser considerado un fundamentalista o un vintage conservador, admito que jamás tomé ni tomaré un mate de esa suerte de plástico baboso que es la silicona. Lo de la cerámica te la llevo, porque también tomar mate en vaso de vidrio, antes, y por qué no en los últimos tiempos, en un vaso de Requesón, forma parte del más puro folklore uruguayo. El mate galleta me remite a la infancia en San José. Desde mis abuela paterna, la abuela Quecha, o los vecinos del barrio 4 de octubre, era muy frecuente verlo en manos de mucha gente. En general se compraban en las almacenes de barrio. Estaban colgados con una piolita en alguna estantería en la almacén de Ponce, o en lo de Perazza. Perdonden estos recuerdos. Pero todos ellos fluyen al escuchar esta canción, que es una historia bella, es un cuentito -por eso está en esa sección- del inmenso artista argentino José Larralde. Jaime Clara.
Mi viejo mate galleta,
que pena me dio perderte,
que mano tronchó tu suerte,
tal vez la mano del tiempo,
si hasta creí que eras eterno,
nunca imaginé tu muerte.
En tu pancita verdosa,
cuantos paisajes miré,
cuantos versos hilvané,
mientras gozaba tu amargo.
Cuántas veces te hice largo,
y vos sabías porqué.
Cuando la yerba escaseaba,
por falta de patacones,
nunca pediste razones,
pero me diste consejos,
chupá, pero hacete viejo,
sin llegar a los talones.
Y en esos negros inviernos,
cuando la escarcha blanqueaba,
tu cuerpito calentaba,
mis manos con su calor,
pa que el amigo cantor,
se prendiera a la guitarra,
y ahí nomás se hacía la farra,
vos y yo, en un mano a mano,
mate y guitarra en el claro,
mate y guitarra en la sombra,
en leguas a la redonda,
no hubo jagüel orejano.
Ah, compañero y hermano,
que destino tan sotreta,
nunca le di a la limeta,
en vos encontré la calma.
En este adiós pongo el alma,
mi viejo mate galleta.
La canción interpretada por su autor aquí