Como les contaba en la primera entrega dedicada a Lisboa en mi último viaje, esta ciudad tiene mucho y variado para ofrecer. La hospitalidad de su gente, el respeto y el orgullo por sus tradiciones, su belleza natural y su arquitectura de antaño, la hacen única. También es innegable el garbo con el que le dan una vuelta de tuerca a lo viejo y abandonado, convirtiéndolo en algo asombroso y permitiendo que convivan de esta forma lo moderno y lo tradicional.
LX Factory, una verdadera isla creativa
Librería Ler Devagar
A LX Factory llegué luego de un viaje de unos 15 minutos desde el centro mismo de Lisboa, serpenteando el Río Tajo, en un viejo y maravilloso tranvía amarillo. Un barrio tranquilo y poco conocido para los turistas, de edificios de bajo porte y en su mayoría de ladrillo visto, LX Factory es un espacio muy singular ubicado en una antigua zona industrial a los pies del Puente de Alcántara y que nos da la bienvenida de una forma tímida y casi desprolija, que no te permite hasta ese momento, del ingreso, imaginarte en el mundo fascinante en el cual te zambullirás.
Su origen se remonta a 1846 cuando la empresa de hilos y telas «Companhia de Fiação e Tecidos Lisbonense», con un área de 23.000 m2, vivía sus días de auge. Luego de los avatares económicos de finales del siglo XX, fue abandonado por años y recién en el 2008, la empresa. Mainside Investments se propuso dar vida nuevamente a este espacio.
Al traspasar la entrada de este espacio recreativo, uno se adentra en un recinto con un aire hípster, donde la creatividad se respira de forma natural y sin ostentaciones. Casi 50 establecimientos que van desde galerías de arte, cafeterías, restaurantes, casas de té, hamburgueserías, cervecerías y algunos food trucks, se complementan con un boliche gay y pequeños locales de diseños únicos donde la indumentaria y los objetos deco tienen el protagonismo.
La joya de la corona es sin dudas la Librería Ler Devagar (cuya traducción es “leer despacio”), situada en una antigua rotativa de periódicos, en la cual uno podría pasarse el día entero descubriendo verdaderas perlitas, participar de algún debate literario, tomar un buen café o disfrutar de un sabroso almuerzo.
Algunos otros lugares que valen la pena visitar en este fermental recinto son Store Wish, la Taberna 1300 con su aire ecléctico, La Cantina (que conserva la esencia del comedor de los trabajadores de la fábrica en sus épocas de esplendor y que ofrece un concepto gastronómico original con una fuerte inspiración en las tradiciones portuguesas), Burguer Factory o Landeau (el lugar perfecto para saborear de un sabroso café acompañado de un delicioso bolo de chocolate). Lo cierto es que la lista no termina allí, al punto que, de los 6 días en Lisboa, 2 los dediqué a recorrer y disfrutar de esta verdadera isla creativa como la denominan los portugueses.
La entrada es libre, los precios de los locales por demás asequibles y la mayoría de los restaurantes tienen decks -por lo que si el tiempo lo permite-, es un lugar ideal para disfrutar de una comida al aire libre.
La gente joven que trabaja en el lugar o los que pasan algunas horas luego de su actividad, se encuentran con una interesante oferta de barberías, peluquerías, talleres de costura y tejido e incluso un consultorio odontológico. Hay un enorme salón de actos donde los principales DjS portugueses y de países vecinos, les dan vida a las agitadas noches lusitanas.
A pesar de ser un espacio con un aire juvenil y desenfadado, la oferta de piezas únicas de diseño y la decoración de los lugares hacen que cualquier cabecita sin importar la edad tenga la tentación de regresar en cualquier momento.
Para los que conocen nuestro restaurante familiar en Peatonal Sarandí (Sin Pretensiones), sabrán por qué me sedujo tanto LX Factory, un lugar que invita a la distención, cuando las mínimas cosas cuentan una historia y donde las modas quedan en la puerta de entrada.
Un almuerzo (entrada, plato principal y postre con una copia de vino y una jarra de agua mineral, ronda en los 25 euros por persona ($ 950 pesos uruguayos), un café $ 60 y almuerzo de paso unos $ 490. LX Factory tiene en cada lugar una historia para contar.
Dirección: R. Rodrigues de Faria 103, 1300 – 501 Lisboa, Portugal