Cuando nos referimos a literatura de viajes no estamos aludiendo a meras guías de las muchas que pululan por el mercado y que solemos adquirir cuando visitamos una ciudad o un país. Son guías útiles y prácticas, bien escritas por alguien que ha hecho el recorrido que nosotros pretendemos emular, y cumplen con creces la función para la que nacieron. Podríamos decir que son como libros de autoayuda aplicadas al turismo, nada más. Sin embargo, si nos referimos a viajes contados de manera literaria aludimos a otra cosa muy distinta. Nos referimos a un género literario que ha ido tomando cuerpo poco a poco en nuestro país, muy auspiciado por esos célebres viajes por España de autores románticos franceses e ingleses en el siglo XIX; y diversas muestras hay de viajeros de ésos y otros países por España en ese siglo, cuando viajar por nuestro país era más una aventura que un viaje a causa de la inseguridad de los caminos que unían ciudades y pueblos. Así lo viene a indicar el escritor francés, Théophile Gautier, en su obra Viaje por España, (Ed. 1843) que relata un viaje de seis meses que lleva a cabo en 1840 por algunas de las ciudades más importantes de nuestro país.
No obstante, no fueron los viajeros franceses e ingleses los únicos que plasmaron en papel sus impresiones viajeras. De hecho, un buen ejemplo es nuestro universal escritor accitano, Pedro Antonio de Alarcón, que perteneció a ese exclusivo grupo de literatos españoles que apostó por este tipo de literatura, llegando a dedicar un libro de viajes a la Alpujarra en el último tercio del siglo XIX. Pero hubo que esperar hasta 1948 para que el panorama de la literatura viajera en España diera un giro copernicano gracias a la pluma del nobel Camilo José Cela, el cual, en su Viaje a la Alcarria, (Ed. 1948) introduce una impronta que, en mi opinión, dista mucho de ser romántica, si bien todo lo que tenga que ver con los recuerdos, las añoranzas y los sentimientos, atributos básicos en la literatura viajera, de alguna manera lo es por muy decimonónica que sea esa corriente literaria. Y es que con Cela se inaugura una nueva manera de contar y narrar los viajes.
Fiel a su estilo directo, desvergonzado y sin tapujos, pero no exento de calidad literaria, Viaje a la Alcarria supuso una bocanada de aíre fresco en la forma de ver y contar con prurito literario lo que podría pasar desapercibido al viajero que no viaja con esa vocación. Además, ese libro contribuyó a poner en el mapa a esa comarca repleta de pequeñas poblaciones, muchas de las cuales fueron importantes en distintos periodos de la historia de España como es el caso de Pastrana y su relación histórica con Ana de Mendoza y de la Cerda, conocida como la Princesa de Éboli, o el de Cifuentes, lugar de nacimiento de la indicada noble española que tan peculiar papel desempeñó en la intrigante corte de Felipe II; o la estrecha relación de este pequeño municipio alcarreño con el literato y noble Don Juan Manuel, en cuyo término mandó construir el autor de El Conde de Lucanor en el siglo XI el castillo que aún se muestra enhiesto presidiendo alto y orgulloso la pequeña villa. Porque la buena literatura de viajes contribuye a la idealización del lugar narrado y nos acerca a los hechos históricos, contados de primera mano por el literato viajero con una prosa literaria cálida y cercana, ausente en los libros de historia. Una literatura que nos anima a visitar ciudades y lugares que ya quedarán para siempre en la retina. Sin embargo, no existe una visión unívoca dentro de la literatura de viajes. De hecho, quien esto suscribe se sintió defraudado cuando se adentró en las páginas del libro citado anteriormente, Viaje por España, de Gautier al comprobar que en las páginas dedicadas a la Granada de 1840 —a pesar de los profusos datos sobre la Alhambra y el Albaicín, incluso sobre Sierra Nevada—, ofrece una visión muy sesgada de la ciudad a nivel social, principalmente —él mismo lo viene a insinuar en algún momento—, por haber conectado el viajero romántico tan solo con el entorno social y económico más privilegiado de la ciudad, sin que tengamos referencias concretas sobre el costumbrismo latente en el pueblo. Ese aspecto es mejorado en la literatura viajera de Cela, autor muy minucioso con los pequeños detalles de su viaje a pie por gran parte de la Alcarria en junio de 1946, aspecto éste que nos ha permitido a sus lectores tomar el puso al modus vivendi de esa comarca gracias al contacto directo del autor con las gentes llanas del lugar, gran mayoría por entonces, en esa zona deprimida de la España rural de la posguerra.
Casi cuarenta años después el propio Cela, ya escritor consagrado, repitió ese viaje en 1985 —Nuevo viaje a la Alcarria, (Ed. 1986)—, en Rolls-Royce, con choferesa negra y con gran aparataje mediático; e, incluso, en esa revisión del primer viaje encontramos una literatura viajera de alto nivel que ha sido continuada con posterioridad por autores más jóvenes, como es el caso de Julio Llamazares, por citar tan solo a uno de los escritores actuales que fomentan este tipo de literatura.
José Antonio Flores (Pinos Puente, España) es Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada. Fue Concejal de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Pinos Puente. Colabora habitualmente como articulista en el diario Ideal de Granada (con ediciones en Jaén y Almería) y otros medios físicos y digitales, así como en diversas revistas genéricas y específicas, relacionadas con el ámbito jurídico. Ha publicado relatos cortos en prensa y en diversas antologías y libros colectivos, habiendo siendo premiado o finalista en diversos certámenes. También colabora en prensa en la sección de artículos de opinión. Pero, sobre todo, le gusta escribir. Hasta el punto traduce a palabras una de sus otras pasiones: correr. De hecho, a esa faceta ha dedicado dos libros y diversos relatos y artículos de opinión e, incluso, varios poemas. Así son las obsesiones… Algunos de sus libros: Conversación en la taberna y 41 relatos (Editorial LUHU, 2015), Opiniones Intempestivas. Antología de relatos de opinión publicados en prensa (Editorial Estratega, 2016), Corriendo entre líneas (Editorial Leibros, 2017), Tú puedes correr. Comienza a correr desde cero, Relatos y artículos de viajes.
Blog: jantoniofloresvera.blogspot.com.es
Este texto, pertenece al libro Relatos y artículos de viajes y su publicación en Delicatessen.uy fue expresamente autorizada por el autor.