
El camino de tierra conduce hasta un mar de pinos donde el verdor se instala, se huele y se palpa. Los pájaros cantan con su bello lenguaje ilegible mientras los mugidos, cada tanto, imponen su vigor en la calma chicha de la tarde. En este rincón de la campiña fernandina, se asoma, discreto, un oasis salmón. Un juego de palmeras enmarca la entrada de una construcción horizontal con aire marroquí. Al igual que en los riad del país norafricano, el patio ejerce de corazón edilicio donde no faltan los estucos ni una gran alberca que agrega aún más paz al sosegado paraje. La galería que rodea al patio central comunica las cinco estancias –cuatro suites y un estudio–con un confortable salón en el que confluyen, con la armonía de los buenos interiorismos, el gin bar, la cava y el confort que imprime una gran estufa de leña.

El predio fue adquirido por el reputado cirujano plástico de origen iraní, Jian Farhadi, con la idea de construir una vivienda en el Jose Ignacio rural. El proyecto, sin embargo, fue adquiriendo nuevas dimensiones e ilusiones hasta convertirse en un alojamiento exclusivo rodeado de viñas y olivos. Para la preapertura y puesta en marcha, Farhadi, radicado en Suiza, ha contado con la complicidad de Natalia Buroni y Andrea Strauch, a cargo de la dirección del emprendimiento. El sueño de crear un concepto holístico y poliédrico de bienestar, adquirió volumen en la sinergia generada con el arquitecto Diego Montero y el ingeniero agrónomo Eduardo Félix, de Bodega Garzón.

La propuesta busca generar un espacio para el deleite de los sentidos y la comunión con el entorno, en un contexto de privacidad y redimensión conceptual del lujo. En Luz Culinary Wine Lodge, arquitectura e interiorismo están al servicio del paisaje y del bienestar. En las habitaciones gobiernan los tonos neutros, los materiales nobles, las fibras naturales y las maderas rústicas. El panorama que se divisa desde las terrazas y la armonía de los patios ajardinados sustituyen a los televisores, inexistentes a conciencia en el alojamiento.

De las quince hectáreas que ocupa el predio, cuatro están destinadas a viñedo. A las vides de tannat y merlot se suma una hectárea de tempranillo, cepa muy extendida en la península ibérica y apreciada por su buena evolución en crianza. La del 2021 fue la primera cosecha en Luz, cuyos primeros mostos, vinificados en Garzón, pronto podrán degustarse. En la zona este de la finca, asomada frente a una laguna, se extiende una hectárea de olivares que crecen bajo el asesoramiento del ingeniero Sergio Gómez de Olivo Noble.

El emprendimiento, que abrirá al público a partir del próximo 5 de noviembre, contará con el desarrollo gastronómico del chef argentino radicado en Reino Unido, Martín Milesi. El santafesino creó una original propuesta gastronómica basada en una mesa exclusiva para 12 comensales en la quinta planta de la Torre del Reloj de King Cross St. Pancras en Londres bajo el nombre de UNA. El concepto pop-up de Milesi tendrá su versión esteña en el bosque de pinos de Luz el próximo verano. Quince fechas convocarán a 24 comensales a una mesa corrida que promete sorpresas que aún se guardan con recelo.

Para cerrar el concepto global de bienestar integral, el alojamiento cuenta con gimnasio, tratamientos personalizados, cancha de tenis, infinity pool y distintas opciones para la práctica de yoga. La revista norteamérica Time ha elegido a Luz Culinary Wine Lodge como una de las aperturas más excitantes del momento en uno de los 100 mejores destinos del año. Tras el estreno y una vez culminada la temporada, la idea es cerrar por algunos meses el alojamiento para seguir avanzando en una expansión que posiblemente incorporará mas habitaciones, un espacio gastronómico y con el tiempo, bodega propia. Para colmo de bienes, las políticas genuinas de sostenibilidad están diseminadas en los distintos planos de gestión del establecimiento.
Luz Culinary Wine Lodge
Cno. Escuela 41, Jose Ignacio, Maldonado (Uruguay).
www.luzcom.uy
IG: luz_jose_ignacio