Las mesas de novedades de las librerías uruguayas cuentan con invitados fijos: los libros culinarios. Las obras gastronómicas extranjeras y las nacionales salen de los hornos editoriales con regularidad; el año de la pandemia de la COVID-19 ha sido excepcional con un promedio, desde abril, de un nuevo título local por mes. Los temas culinarios publicados son diversos y los recetarios muestran las tendencias de un rubro que se afianza en estantes y fogones.
Sobre fin de año, el mercado editorial local aceleró el proceso de cocción de varios lanzamientos. Entre ellos, apareció una novedad atípica: una antología de historias y recetas. El libro, firmado por Proyecto CasaMario, se llama Symposium y es una obra coral que ensambla textos literarios y preparaciones de cocina.
El laboratorio. Proyecto CasaMario es un laboratorio cultural afincado en una vivienda de la Ciudad Vieja. Con diferentes programas, un grupo heterogéneo de artistas, docentes y teóricos realiza actuaciones y curadurías colectivas en torno al arte. En todo momento, desde su creación en 2014, la comida ha sido la mediadora de las prácticas de CasaMario. El resultado, entonces, era inevitable porque si las recetas se transforman en platos compartidos como ámbito de socialización, es natural —e imprescindible— que en algún momento se materialicen en un recetario.
Los cocineros. Sebastián Alonso, Silvana Juri y Niklaus Strobel son los responsables de la editorial CasaMario. Symposium es el tercer título y se suma a Plaza Mario y Materiales (también publicados en 2020). La obra recoge cincuenta y siete experiencias de artistas que han sido parte de la historia de CasaMario y que recibieron la consigna de rescatar un relato autobiográfico, una receta y una imagen.
Los ingredientes (historias). Los participantes —individuos y colectivos— contaron historias más o menos magníficas, aportaron anécdotas y sabores, y revelaron algunos secretos. El escritor Leandro Delgado narró cómo la sopa de calabaza le permitió sobrevivir al colon irritable («dos palabras feas que juntas suenan peor») y George Yúdice (docente y escritor) describió el racismo y la violencia de los años 60 en Estados Unidos en una historia en la que se inmiscuye la pasta, obviamente. Diego Masi, artista plástico, testimonió una crónica de inmigrantes que funciona como un espejo dúctil. Hay cincuenta y cuatro historias más que conforman una bitácora de recuerdos individuales y familiares, un despliegue de sabores y texturas, técnicas y procesos, encuadres, ironía, tristeza, felicidad y esperanza.
Las técnicas (recetas). Las preparaciones seleccionadas por los invitados muestran la diversidad del hacer. El repertorio coral es disímil en ingredientes, medidas y estilo narrativo. Las múltiples voces muestran acercamientos disímiles al saber-hacer culinario y se materializan en platos simples, en algunos casos, y complejos en otros. En todo momento, se percibe el interés de dignificar las preparaciones tradicionales que dan cuenta de historias de familias, encuentros, viajes y migraciones.
Los detalles (dibujos). Además de una anécdota y de una receta, los invitados debían aportar una ilustración (foto o dibujo). Camilo La Rosa, Guillermo Stoll y Lucien Van Hoffe fueron los ilustradores responsables de expresar las propuestas gráficas seleccionadas por los participantes. La diversidad de los trazos se amalgama a lo largo de las casi sesenta ilustraciones en «una ingeniería muy importante al servicio de resaltar la condición biográfica de los extraordinarios humanos involucrados en el libro», acota con precisión Sebastián Alonso.
El montaje. A una tinta y sin fotos, Sypmosiumes un libro anticuadamente atractivo. En un rubro en el que la fotografía a color parece imponerse de manera imperturbable, los editores de CasaMario se arriesgaron a retomar aires de longeva estética. Todo el diseño de Symposium es armonioso; las ilustraciones, la tipografía, los textos (con nube de términos, citas y referencias), los márgenes y la estructura de las recetas discurren al ritmo de un servicio gastronómico bien aceitado. El libro es un alivio visual.
Symposium
El resultado. Symposium es un híbrido, una mezcla heterogénea de historias y recetas. Para Alonso, la obra es «un cuerpo multicéfalo que habita un espacio, específicamente el de CasaMario. El libro es una suerte de oportunidad para hacer algo imposible: que esas cincuenta y siete entidades se reúnan para contarnos historias y recetas».
Con Symposium, hay una invitación a crear y participar del banquete. Los otros comensales son parte a través de las numerosas páginas y se muestran en una cubierta desplegable que tiene una abertura. Esta embocadura hace referencia a una de las experiencias vividas en CasaMario: «En una de las instancias hicimos un boquete, un agujero, y entramos a la casa lindera. El boquete no fue hecho para mirar, sino para atravesar y para entender lo que pasa afuera de la casa». A modo de réplica, el boquete de Symposiumes el convite a participar de diversas maneras, una invitación que se expresa en par de sillas vacías que esperan porque la mesa de CasaMario está siempre servida.
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Symposium:el primer recetario de CasaMario. Editorial CasaMario, octubre de 2020.
446 páginas, más reseña biográfica de colaboradores e ilustradores.
Un banquete que provoca, evoca y remueve a partir de historias, recetas e ilustraciones.
$ 900. Venta en librerías.