La vida es tiempo | Jaime Clara
La adicción al reloj es difícil de vencer. Adaptarse a un nuevo ritmo de vida es como dominar un idioma extranjero. Y hay inconvenientes en una tener vida considerada “normal”, “civilizada”, si no se tienen horarios.
La adicción al reloj es difícil de vencer. Adaptarse a un nuevo ritmo de vida es como dominar un idioma extranjero. Y hay inconvenientes en una tener vida considerada “normal”, “civilizada”, si no se tienen horarios.
Esta nota sobre perder el tiempo tiene unos años. Que la publicación sea un homenaje a un entrañable escritor que murió de coronavirus, el año pasado. Luis Sepúlveda (1949-2020)
¿Cuándo fue la última vez que se detuvo usted a contemplar una flor, a mirar la dirección del río bajo el cielo de un atardecer o el halo que rodea a la luna ciertas noches?
A veces hablamos de gastar el tiempo, o consideramos tener o no tener tiempo para tal o cual cosa, o andamos sin saber cómo matar el tiempo, y en ocasiones lo damos por muerto. Los tiempos muertos especialmente nos molestan en esta era del acelerón global en la que nos quieren convencer de que hay que extremar los cuidados para no desaprovechar ningún minuto…