El emigrante peregrino | Manuel Losa Rocha
Ahora con Alfonso era algo diferente, un joven estudiante universitario preparado para escucharle. Sabía que tenía enfrente a un interlocutor que se habría de interesar en su historia.
Ahora con Alfonso era algo diferente, un joven estudiante universitario preparado para escucharle. Sabía que tenía enfrente a un interlocutor que se habría de interesar en su historia.
Quizás la mente se libere demasiado y empujada por los sentimientos comience a buscar con ansias «cosas» del pasado. Si le damos libre albedrío, habrá que estar preparado porque, así como ocurre con la meditación, si profundizamos demasiado, quizás las «casualidades» comienzan a converger y entonces… ¡lo inesperado puede llegar a suceder!
Acorde a una promesa, al comienzo pensé nada más que en un pequeño escrito de varias páginas para expresar mi sentimiento y sensaciones que se produjeron después del encuentro sorpresivo con mis compañeros de la Escuela de los Hermanos pasados nada menos que, ¡once lustros!
A Quinta da Auga, antiguo conjunto industrial del S. XVIII, fue inicialmente una fábrica de papel, reconvertida posteriormente en fábrica de paños de lana, aserradero y fábrica de hielo hasta convertirse en el actual hotel boutique de encanto sublime que disfrutamos hoy. El conjunto restaurado en 2003 está compuesto por un embalse, un canal de 600 metros, un acueducto, canales de agua en cantería que cruzan los patios exteriores, un gran depósito de piedra de 360.000 litros, un café, un restaurante y el edificio principal de cinco plantas que alberga hermosos salones y rincones para estar, habitaciones para huéspedes y un spa soberbio.