El arte de la barbarie | Miguel Barrero

«Seréis, pues, don Juan Tenorio» Se ha ido perdiendo la costumbre de programar en los teatros alguna representación de Don Juan Tenorio coincidiendo con la víspera de Todos los Santos —aún permanecía más o menos vigente cuando estudié el bachillerato, recuerdo el énfasis que mis profesoras de literatura ponían en la cuestión— y no me parece ni bien ni mal ese desacato al bueno de Zorrilla, que tanto éxito conoció en su

Nada es como pensamos | Miguel Barrero

Volver a Montevideo Recibo un mensaje de Jaime Clara, en el que me adjunta unas fotografías donde se ven mis últimas novelas en uno de los anaqueles de la Feria Internacional del Libro de Montevideo, y recuerdo cómo hace cuatro años, más o menos por estas mismas fechas, él mismo me llevó en su coche hasta las puertas del edificio en cuyo interior se celebraba el certamen. Habíamos circulado despacio

Un lugar lejos del mundo | Miguel Barrero

La misma canción Una misma canción puede decir cosas distintas en función de quien la interprete. Parece ser que John Lennon escribió la letra de «In My Life» siguiendo el consejo de un periodista que le recomendó escribir acerca de su infancia. Los Beatles incluyeron la pieza en el que fue su sexto álbum de estudio, Rubber Soul, y años después la revista Rolling Stone la incluiría en el vigésimo tercer puesto del

La interpretación del mundo | Miguel Barrero

La política y la cultura Se dice a menudo que la cultura debe situarse al margen de la política y que sería bueno que la gestión cultural no dependiera de los posibles cambios derivados de unos resultados electorales. Ambas aseveraciones se formulan con buena intención, pero adolecen del pecado de interpretar la cultura como algo meramente técnico y carente de discurso —cuando, en el fondo, quienes las esgrimen saben bien

A la altura del misterio | Miguel Barrero

Manuscrito encontrado en Barcelona Ha aparecido entre los papeles de Manuel Vázquez Montalbán el manuscrito de una novela inédita —al parecer, la primera que escribió— de la que nada se sabía y que publicará el próximo otoño la editorial Navona. Se abre un debate interesante siempre que sale a colación este asunto de las obras póstumas, es decir, aquéllas que un escritor nunca llevó a imprenta, bien por inseguridad o

Lo que damos en llamar alma | Miguel Barrero

Las pantallas de papel Los responsables de la editorial Hoja de Lata, Daniel Álvarez Prendes y Laura Sandoval, celebran su cumpleaños en un acto donde una treintena larga de personas los escuchamos relatar, junto al escritor y traductor Paco Álvarez, la historia de su primera década de vida. Casi al final, una de las asistentes saca a colación el asunto de los libros electrónicos, en lo que pretende ser una

Adonde queríamos llegar | Miguel Barrero

De Múnich a Catar En la madrugada del 5 de septiembre de 1972, durante los Juegos de Múnich, un comando del grupo terrorista Septiembre Negro, en complicidad con organizaciones neonazis alemanas, secuestró a once miembros del equipo olímpico israelí a los que terminaría asesinando. El estupor y la resulta con que la mayoría de la sociedad respondió ante la masacre no impidió que las competiciones siguieran desarrollándose con toda la

De niño quería ser Indiana Jones | Miguel Barrero

Miguel Barrero (Oviedo, 1980) escritor y periodista español. Ha publicado las novelas Espejo (premio Asturias Joven), La vuelta a casa, Los últimos días de Michi Panero (premio Juan Pablo Forner), La existencia de Dios, Camposanto en Collioure (Prix International de Littérature de la Fondation Antonio Machado), La tinta del calamar (premio Rodolfo Walsh) y El rinoceronte y el poeta, así como el libro de viajes Las tierras del fin del

Lo que nos hacía libres | Miguel Barrero

El día que conocí a Luis AguiléMe llama un joven periodista, probablemente recién incorporado a la redacción, para pedirme unas declaraciones acerca de un tema que no viene al caso y que devienen en una conversación entre caótica y pintoresca de la que deduzco que alguien facilitó mi teléfono al pobre chico sin molestarse en explicarle nada sobre mí. La circunstancia me divierte porque quienes hemos estado al otro lado

Un viajero que huye | Miguel Barrero

Los primeros lectores He picoteado estos días en varios pasajes de El espejo del mar, el libro de recuerdos autobiográficos de Joseph Conrad que constituye para muchos una de sus obras irrenunciables —decía Benet que no hay en él una sola página de estilo menor, ni un solo personaje o frase de reputación dudosa, ni nadie que venga «de fuera con voz propia»—, y he recordado una anécdota que contó

El otoño que teme a la madrugada | Miguel Barrero

La providencia y unas oportunas amistades me permitieron colarme en el camerino después del recital, y mantuvimos allí una charla breve, y muy grata, tras la cual estampó una dedicatoria en mi ejemplar de Volver al agua y me regaló un folio con el listado de las canciones que acababa de interpretar sobre el escenario.

Quino

Los buenos maestros | Miguel Barrero

Tiritas para el alma Cuando en septiembre del año pasado viajé por primera vez a Buenos Aires, lo primero que hice tras instalarme en el hotel fue salir en busca de Mafalda. Descendí por Florida sin prestar atención a los comercios que se alineaban a uno y otro lado de la calle, apenas dirigí una mirada de reojo al obelisco imponente de la Nueve de Julio y tampoco me detuve

Libros Zafón

De qué hablamos cuando hablamos de cultura | Miguel Barrero

Esa disyuntiva entre el valor artístico de una obra y su valor cultural tiene su correlato en el campo de las disciplinas o los géneros, donde a menudo se establece una clasificación un tanto tendenciosa entre lo popular y lo elevado o elitista, como si se le negara a lo primero el valor que se le presupone de antemano a lo segundo.

A 451 grados Fahrenheit | Miguel Barrero

El mundo seguirá siendo un lugar diverso, complejo, rico, extraño, fascinante, por más que ellos quieran asimilarlo a su planicie ética y estética. Ray Bradbury nos enseñó que el papel arde a 451 grados Fahrenheit, pero la Historia también nos ha enseñado que los tiempos evolucionan…

Rafael Barret

Rafael Barrett, el caos fecundo | Miguel Barrero

Pocas biografías hay más extrañas y apasionantes que la de Rafael Barrett, un cántabro que allá por los primeros compases del siglo XX se convirtió en una suerte de mito canalla para la intelectualidad latinoamericana y terminó exhalando su último suspiro en un hotel de Arcachon, en Francia, al que había ido para curarse la tuberculosis.

Paraguay

Canción triste de Asunción | Miguel Barrero

Existe una canción muy arraigada en el imaginario paraguayo que se titula Che pykasumi. Es una pieza tristísima escrita en guaraní, el idioma que hablaban los indígenas y que aún habla más de la mitad de la población del país. Pese a eso, y pese a que en 1992 la Constitución la señaló como la lengua oficial de la República junto con el español, no goza de muchas simpatías en

Lo actual | Miguel Barrero

El fenómeno no es nuevo porque se viene dando desde que las redes sociales comenzaron a instalarse en nuestras vidas: noticias viejas que de pronto resplandecen en la primera plana de las novedades absolutas y llevan al personal a indignarse —porque casi siempre son noticias indignantes— de idéntico modo y manera a como lo hicieron cuando se publicaron por primera vez.

Fármaco con olor a vid | Miguel Barrero

¿Podrá España olvidar algún día a Franco? Es difícil, como difícil es que olviden en Alemania a Hitler, en Italia a Mussolini, en Rusia a Stalin, en Cuba a Fidel o en el Cono Sur a Videla y Pinochet. Todos ellos condicionaron de tal modo el devenir de sus naciones que su huella permanecerá indeleble en las páginas de la Historia.

Joaquín Sabina, una noche de verano | Miguel Barrero

No sé si lo sabe mucha gente, pero la canción «19 días y 500 noches» se escuchó en directo por primera vez en la plaza de toros de El Bibio. Recuerdo que era el 2 de agosto de 1999 y que era lunes, y también que el anuncio del concierto nos cogió a todos por sorpresa. No había disco nuevo y, sin embargo, Sabina iba a comparecer en la ciudad para no se sabía muy bien qué. Todo tuvo aquella noche un aire de ensayo general.

Una calle en penumbra | Miguel Barrero

Quizá sea por ese encanto decadente que no es exactamente el de un lugar cualquiera de provincia, sino el de una gran ciudad venida a menos, o por la escasa ampulosidad que decora su grandeza. Muchas noches la recorrí entera sólo por el placer de sentir el frío del invierno azotándome en la cara mientras descendía de vuelta a casa, y otros tantos días caminé por ella sin que hubiera motivo, sencillamente porque me apetecía repasar sus edificios uno a uno, desde la vieja almoneda que se abría ante el palacio de Monterrey hasta la iglesia de San Benito, arrinconada en un recoveco inverosímil.