El gato | Mario Arregui
Cuando su predicción se cumplía, la negra no aceptaba paga ni regalo alguno; simplemente, impartía o recordaba una orden que nadie dejaba de acatar:
Cuando su predicción se cumplía, la negra no aceptaba paga ni regalo alguno; simplemente, impartía o recordaba una orden que nadie dejaba de acatar: