Íbero Gutiérrez en tres movimientos | Laura Domínguez
Ha pasado mucho tiempo después de aquel 28 de febrero en el que tras horas de espera supimos el doloroso final. He sobrepasado a Ibero en varias décadas, llegué a una edad que él ni siquiera pudo vislumbrar y soy testigo del retorno periódico de su palabra.