Notre-Dame, la señora de piedra | Ana Broggio
No es la primera vez que Notre-Dame es sinónimo de emociones y desafíos, el templo ha sido una veta para artesanos, constructores, arquitectos y artistas desde hace más de ocho siglos. Ya sea como telón de fondo o como protagonista absoluta, esta obra viva es un testigo de la historia, no solo de París sino del mundo. Basta con recorrer los titulares de diversos medios, incluso más allá de occidente, para constatar el impacto de este terremoto simbólico.