Lavecchia: «Martín va a dar caña, esto es un parón nada más» | Alva Sueiras
El peaje asociado a la alta cocina es muy costoso. Jornadas de trabajo que rondan las catorce horas, un batallón de élite llevado permanentemente al límite de la exigencia, la crítica implacable pisándote los talones y el stress ligado a la permanente búsqueda de la excelencia. Al final del día, un delgadísimo margen de beneficios -cuando estás entre los afortunados y hay beneficios-.