Siete tips para pasar de “felices fiestas” a “fiestas felices” – y no morir en el intento | Priscila Guinovart

Diciembre es el mes de las evaluaciones, ajustes y aspiraciones. Resulta tentador caer en los brazos de la nostalgia, la ansiedad o el pesimismo. Muy a menudo, las fiestas no se celebran, apenas se sobreviven; y, en demasiadas ocasiones, de felices no tienen nada. Haga algo significativo por el otro. Sus hijos merecen buenos regalos, pero también buenos recuerdos y un planeta medianamente habitable. Enseñe y transmita amor y esperanza. Y muy por sobre todas las cosas, que la magia no se acabe el 2 de enero.