Perú gastronómico y cultural | Alva Sueiras
Desde muy niña el viaje ha marcado mi forma de mirar al mundo. Con apenas seis años hice mi primer viaje sola en avión, con la única compañía de un amable azafato y un portadocumentos de plástico suspendido sobre mi tierno pecho y sujeto alrededor del cuello por una cuerda roja. Iba a visitar a mis abuelos a Valdoviño, entonces una aldea gallega con frondosos bosques, arañas gigantes y matas con moras que recogíamos cada día a la hora de la siesta.