El filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach en su escrito de 1850 «Enseñanza de la alimentación», aseveró: «si se quiere mejorar a un pueblo, en vez de discursos contra el pecado denle mejores alimentos. El hombre es lo que come». De ahí, la universalizada consigna «somos lo que comemos». La gastronomía nos define. Nuestras huertas y mercados, la carne tierna de nuestras fieras, el fruto maduro de nuestros árboles, la sabia conjunción de ingredientes y esos rituales practicados en torno a la mesa. La gastronomía es un arte de transformación efímero, que trasciende al mero ejercicio de alimentarnos, para convertirse en el gran hábito social del deleite.