Noticias desde el sur | Miguel Barrero
«Cernuda y Machado añorando al filo de sus despedidas estos patios sevillanos que son para mí presente y fueron para ellos un pretérito perfecto conjugado en tiempos de un futuro imposible»
«Cernuda y Machado añorando al filo de sus despedidas estos patios sevillanos que son para mí presente y fueron para ellos un pretérito perfecto conjugado en tiempos de un futuro imposible»
Pero hay que admitir que no todos podemos tener la suerte de Aristóteles, que tenía como maestro a Platón; ni la suerte de Platón, que tenía como maestro a Sócrates; ni la suerte de Sócrates que tenía como maestra a Diotima -detrás probablemente estaría Safo, a quien Sócrates no llamó “bella” sino en el sentido etimológico de la palabra, entendido como sabia-.