Si pudiera sería un monte repleto de hongos y salvaría el mundo | Alejandro Sequeira

Hace muchos años, cuando era  joven y vergonzozo, y fui a una reunión de trabajo y -sin querer- patié una maceta con una drácena haciéndola rodar a lo largo de un pasillo volcando la tierra en un surco por la moquete del lugar hasta chocar con la puerta del dueño de la empresa, a quien visitaba como potencial cliente.