Atípico Comedor: arte, comunidad y alimento | Alva Sueiras

De amarillo eléctrico y blanco se visten las rayas del toldo que alegra la fachada de Atípico Comedor, la nueva propuesta que amplía el repertorio gastronómico de la calle Obligado. El local atrapa. Si vas con tiempo, simplemente te vas quedando. Lo que empieza siendo un café, fácilmente se convierte en un almuerzo. Es lo que tienen los sitios cómodos donde la energía invita a estar y te sientes como en casa. Atípico es chiquito, con plantas colgando del techo y un variopinto inventario de hallazgos de remate como mobiliario. 

La casa contigua alberga al colectivo artístico Galpón Obligado, entre cuyos miembros se encuentran artistas de la talla de Javier Abdala o Sergio Cruz. La proximidad fue decisiva en la decisión del local ya que el foco no es únicamente alimentario. Se apunta a generar comunidad y sinergias que aporten mas allá del hecho gastronómico. Inés Marracos e Inés Uriarte, amigas desde hace décadas, son las cabezas pensantes tras el proyecto. Marracos es socia en Gaucha Estudio de Cocina, coautora del libro Picadas (Grijalbo) y tiene a sus espaldas varios emprendimientos educativo-gastronómicos. Uriarte es la fundadora y dueña de Recicla, un emprendimiento de moda circular y sustentable. Juntas han creado este espacio que ya en sus primeras días de apertura superó toda expectativa. El peregrinaje de actores del universo gastronómico en el local, enuncia lo que irradian quiénes están detrás de la idea.

El café-comedor ofrece desayunos, almuerzos y meriendas. El mostrador rota su propuesta según avanzan las horas del día y aunque hoy el surtido es variado, la selección gastronómica sigue en fase de diseño. No todo se hace en el local. La idea de sinergia tiene varias dimensiones y también apunta a incorporar proveedores talentosos que, con visibilidad, puedan tener sus productos en Atípico. Los panes son de Cultivo y Brecha, los quesos de De Guarda y los helados de Grøt. Pronto se incorporarán otros productores destacados por la calidad de sus productos y por su tenor artesanal. 

Al mediodía hay tres tipos de ensaladas, una a base de cereales o legumbres, otra con verduras asadas y una de frescos. También hay milanesas (de pollo, vacuno y pescado) y un frito extra (como croquetas o falafel). A diario hay dos tipos de tartas, una en mix de harinas (integral y blanca) y otra de masa filo. Marracos busca cubrir un amplio rango de texturas, colores y sabores. En algunas semanas se incorporan dos platos del día y con los primeros fríos, aunque aún falte, vendrán las sopas. Hacerse un plato combinado con lo que más guste del mostrador no es inconveniente. En mi visita pedí un mix de ensalada de tomates antiguos, ensalada de garbanzos y papa asada con criollita y ali oli. Un plato abundante, delicioso, nutritivo y muy bien condimentado. Los helados se sirven con frutas asadas al horno y conservas caseras. En las tardes, más allá del repertorio dulce en mostrador, hay picadas cuyo contenido varía en función del cocinado del día, siempre incorporando esos toques ¨Gaucha¨ que incluyen encurtidos, marinados, dips y otras delicias minuciosamente sazonadas. 

Atípico Comedor 
Obligado 1290
Abierto de martes a viernes de 8:00 a 21:00, sábados de 10:00 a 21:00 y domingos de 11:00 a 16:00
IG: atipico.comedor