La noticia | Dino Buzzati
El maestro Arturo Saracino, de treinta y siete años, ya en el fulgor de la fama, estaba dirigiendo en el teatro Argentina la Octava Sinfonía de Brahms en la mayor, op. 137, y acababa de atacar el último tiempo, el glorioso allegro appassionato. Estaba inmerso, pues, en la exposición inicial del tema, esa especie de monólogo plano, obstinado y, la verdad sea dicha, un poco largo, en el que sin