Leo de a diez en paralelo | Jana Rodríguez Hertz

Jana Rodriguez Hertz (Argentina, 1970) es matemática, profesora e investigadora, nacida en la ciudad de Rosario. Se radicó en 1994 en Uruguay. Ahora vive en China. Trabaja en sistemas dinámicos y teoría ergódica. Fue la primera y única mujer grado 5 en matemática en Uruguay. ​ Fue vicepresidenta de la Organización para las Mujeres en Ciencia para el Mundo en Desarrollo para América Latina y el Caribe. Actualmente es editora de la revista Chaos, Solitons and Fractals, de Elsevier.​

Un sabor de la infancia
La pascualina de mi abuela Lola. ¡Y la de mi bisabuela Noni!

Una manía confesable
Soy muy caótica, amo poder tener una rutina ordenada y poder cumplirla. Por ejemplo, poder tener todos los elementos de una receta (sí, es una confesión de que no sé cocinar).

Un amuleto
Mi celular.

El último libro que leí
Leo de a diez en paralelo. Los últimos cinco que terminé (al mismo tiempo): Weapons of Math destruction de Cathy O’Neil, Lotus de Lijia Zhang, Love in the New Millennium de Can Xue, ¿La rebeldía se volvió de derecha? de Pablo Stefanoni, y Apropos of Nothing de Woody Allen.

Una película que me marcó
Nueve Reinas, tal vez por el momento en que la ví. Me hizo darme cuenta de que cuando alguien te dice que algo es urgente y es tu única oportunidad, en realidad te está cagando.

Algo que evito
Aunque no lo parezca, el conflicto. Parezco el personaje de David Carradine en Kung Fu, nunca quiere pelear, pero termina a los tortazos. Jajaja.

Si pudiera volver a empezar sería
Creo que sería lo mismo que soy. La he pasado muy bien.

Un lugar para vivir
Uruguay, sin dudas.

Un lugar para volver
Praga, tal vez.

Una materia pendiente
Me gustaría volver a Uruguay, cerca de mis afectos, y tal vez estudiar algo relacionado con lo social, con el diseño. Tengo mil materias pendientes.

Un acontecimiento que cambió mi vida
Muchos. El más definitivo, formar una familia.

El escritor definitivo
No puedo elegir uno. Pero sería una mezcla de Kundera, Borges y Can Xue. No había leído a la última escritora hasta hace un año, pero la recomiendo muy fuertemente.

Algo que jamás usaría
A esta altura, creo que jamás volvería a usar una bikini.

La última vez que pensé “tierra, trágame”
Me pasó hace poco que estaba hablando mal de los militares de un país mientras estábamos teniendo una velada muy agradable con un amigo, y resulta que el padre de mi amigo era militar de ese país. Ni siquiera me dí cuenta, me lo dijo al día siguiente el gallego, mi marido.

El lugar más feo del mundo
Hay muchos en este momento: Yemen, Siria, Ucrania, partes de Etiopía, a algunos los queremos ver, a otros no.

Una rutina placentera
Camino 6 km todos los días. Me cambió completamente la cabeza.

Me aburre
Los documentos burocráticos chinos. En estos días nos bombardean con regulaciones de lo que se puede o no se puede hacer. Increíble, no conozco nada más aburrido que eso.

Una extravagancia gastronómica que frecuento
El restaurante de Angelo, La Braceria Pugliese, y el de Neto, Tequila Coyotes. Con comida de Puglia, y de Colima, respectivamente. Acá en China son extravagantes.

Una canción que aún me conmueve
El couplé de Las Chusmetas, de Contrafarsa.

Un restaurante que nunca falla
Dos: La Perdiz, y el Berretín, los dos en Punta Carretas. En Shenzhen, los que dije arriba. En Shanghai, El Bodegón, de Diego (argentino) y Gabriel (uruguayo).

Algo que cambiaría si pudiera
Amaría poder aumentar la resistencia a la frustración que me provoca la incertidumbre.

El valor humano que más admiro
La valentía, sin dudas.

Una última palabra
Complicidad.