Cantina Obligado y su convergencia barrial | Alva Sueiras

Entre Avenida Brasil y Bulevar España, con Obligado como arteria medular, un puñado de calles conexas encierran una atmósfera apacible en la que asoman buganvillas y un sorteo azaroso de coquetas fachadas. Un barrio en el que hace unos años el jazz con olor a tuco se escurría cada domingo por las ventanas traseras de una fábrica de pastas. 

El pulso de la ciudad reduce en este reducto su ritmo, se respira más calma. El barrio ha cambiado poco en los últimos ocho años salvo por las idas y vueltas gastronómicas. Cerró La Spezia –llevándose consigo sus olores y su jazz– y Sushi True amplió su repertorio mudándose unas cuadras. Abrió La Resistance, Savarín, El Local, Camomila y Bertha, propuestas que por su calidad ponen en valor gastronómico la zona. Como frutilla para esta torta golosa y apetecible, el pasado diciembre Cantina Obligado sumó enteros a la propuesta barrial. 

Con espíritu vecinal, la cantina busca ser ese actor de convergencia donde todos tienen lugar. Jóvenes y no tan jóvenes tapeando un mediodía con vermú para acompañar, la señora de la esquina que al salir del almacén compra comida para llevar y el que hace un alto en el camino hacia otro lugar para conseguir un pan de fermento lento. Los amigos que se juntan para tomar unas pizzas en la noche y la que se instala con su computadora para trabajar un rato en compañía de un café de especialidad. La propuesta de la cantina muda su repertorio con el paso de las horas, adaptándose a los apetitos que acompañan los distintos momentos del día. 

Detrás de esta propuesta subyace un cuarteto de amplia trayectoria gastronómica: Ricardo Acosta, tras Federación y Álvarez en Ciudad Vieja, y su socio Mauro Cisco, jefe de panaderos en Federación y encargado de cocina en la cantina. La otra dupla está formada por Carlos Sarai, ex manager de La Huella y cocreador de Inmigrantes y, su pareja, Mónica Muñoz, coceadora de Inmigrantes y Noa Noa, y fundadora de Celebra, una empresa de eventos que incluye servicio de sala profesional. 

El emprendimiento, que abre de miércoles a domingo a partir de las 10:00 h, tiene dos propuestas diferenciadas. Durante el día, además de un plato que varía cada jornada, reinan los clásicos de impronta nacional como la lengua a la vinagreta, la pascualina y la milanesa. En porción tapa, la carta ofrece unas ensaladitas deliciosas, de remolacha con garbanzos, encurtidos y queso de cabra, y otra de papa, con cebolla colorada, chauchas y huevo mollet. Desde la mañana hay medialunas, croissants rellenos y calientes, con algún toque original como el de queso, broccoli y cebolla. Los panes de masa madre, disponibles para llevar, son de Federación, mientras que la repostería se elabora exclusivamente para el lugar.  Entre la selección de dulces hay un carrot cake húmedo y especiado, una torta de chocolate, la diabla, endulzada con remolacha, y una torta tipo Chajá. Para acompañar la oferta de cafés, entre otras tentaciones, hay cookies de maní y chocolate y muffins de limón y frambuesa. Destacan con nota las aguas saborizadas de forma artesanal y la amabilidad del personal a cargo del servicio.

El horario se extiende hasta las 23:00 h de miércoles a sábados. Es en la noche, que el restaurado horno de barro legendario, con mas de sesenta años de antigüedad, recibe las pizzas de fermento lento que abren la propuesta en carta. A las clásicas Margarita y Pepperoni se suma una opción vegana con papa, cebolla y hongos de pino, y una pizza lehmeyún, a la que se puede agregar siracha. De cocina salen bravas, croquetas de queso y jamón crudo y una salchicha con kimchi, chutney y lactonesa de cilantro. También, al igual que a mediodía, hay milanesas y empanadas. A la carta de bebidas se incorporó recientemente una propuesta sencilla de cocktails de autor. A partir de marzo, la cantina amenaza con deleitar a sus comensales los domingos con una propuesta de pastas artesanales agregando, de miércoles a sábados en la propuesta del día, un plato de pasta.

Alegría barrial, buenos alimentos y un rincón al que hacerse asiduo. Cantina Obligado agrega valor al ya valor de este barrio con encanto y una cadencia distinta que invita, con su susurro, a recalar. 

Cantina Obligado
Obligado 1174
Miércoles a sábados de 10:00 a 23:00 h
Domingos de 10:00 a 18:00 h

Por si no estás familiarizado/a con alguno de los términos usados en la nota:
Carrot cake: torta de zanahoria.
Chutney: condimento agridulce de tradición culinaria india con textura similar a la mermelada.
Kimchi: receta coreana de repollo fermentado con chile, entre otros ingredientes. 
Lactonesa: mayonesa en la que el huevo es sustituido por leche. 
Muffin: magdalena con sabores agregados de consumo popular en Estados Unidos y trascendencia internacional.
Siracha: salsa picante de chile fermentado popular en Tailandia.