Segunda temporada de la llamada Liga Uruguaya de Football Profesional, corría el año 1933, Peñarol y Nacional comparten la tabla de posiciones con 49 puntos y se venía un nuevo clásico. Cosa que se dilató la fecha porque los dirigentes, cosa compleja, discutían sobre un supuesto gol anulado a Peñarol contra Sudamérica, al final se jugó el 27 de mayo de 1934.
El partido estaba empatado sin goles cuando a los 66 minutos el puntero derecho de Peñarol, el brasileño Bahía, remató al arco, defendido por Eduardo García, del lado de la Colombes. La pelota se fue afuera pero rebotó en la valija del kinesiólogo tricolor Juan Kirschberg y retornó a la cancha y ante el grito del masajista de Peñarol Matuchu Figole, “ metela por las dudas”, Braulio Castro la empujó a la red.
Al día siguiente de lo sucedido me acerco a la casa de Juan Kirschberg, en la calle Antonio Machado en el barrio la Figurita, para una entrevista, accede con gusto, pido permiso y enciendo mi pequeño grabador.
—¿Apenado por lo acontecido ayer?
—Imagínese, tres jugadores expulsados.
—¿Relate desde su punto de vista, —qué pasó?
— La culpa la tuvo el árbitro, Telesforo Rodríguez, que estaba ubicado a larga distancia del arco. No vio el rebote en la valija. Y señaló el centro del campo.
— ¿Tres jugadores de Nacional fueron expulsados?
— Todo el equipo se fue encima del árbitro, José Nasazzi, Juan Labraga y Ulises Chiflet utilizaron la violencia física. La trifulca se prolongó hasta la noche y se suspendió el partido.
— ¿Cuándo se jugarán los minutos restantes?
— Se debe reunir la Asociación, pero con el referí en el hospital se complica, no creo que los dirigentes lleguen a algún acuerdo inmediato.
—¿Me muestra la valija “famosa”?
— Está en la sede del club. Pero…
— ¿Pero qué?
— El balón no pegó en la valija.
— ¿Qué me dice Usted Juan Kirschberg?, — si todos lo vieron.
— El balón pegó en mi botín. Guarde el secreto, —por favor. Si lo descubren iré a acompañar al árbitro al hospital.
Apago el grabador y me retiro.
Los 24 minutos restantes de la final se jugaron, a puertas cerradas, el 25 de agosto de 1934. El gol de Braulio Castro fue anulado y Nacional con nueve hombres, ya que se invalidó la expulsión de Chiflet. Los noventa minutos y los treinta de alargue terminaron cero a cero.
El 2 de septiembre se vuelve a jugar la final con el mismo resultado. Los tricolores lo recuerdan como,el clásico de los 9 contra 11. La valija y la pelota de aquel partido se encuentran en exhibición, en el Salón de Cristal de la sede de Nacional.
Mientras espero el 156 al Cerrito, embozo una sonrisa; deberían de estar los botines de Juan Kirschberg expuestos en la sede de Nacional acompañado de un letrero que diga: Los botines de Dios o quizás, El pie de Dios.